Los últimos informes PISA revelan que la media de alumnos españoles que se ausentan de clase es superior a la de la OCDE. De hecho, también existen marcadas diferencias entre las distintas Comunidades Autónomas.

El rendimiento académico baja considerablemente en los alumnos con más faltas. El informe de la OCDE que analiza en profundidad los resultados de las evaluaciones PISA, sostiene que los estudiantes que los estudiantes que tienen al menos una falta durante las dos semanas previas al examen, han rendido hasta 36 puntos menos con respecto a los que no se ausentaron.

Los especialistas aseguran que el problema no es solo del alumno que falta, sino que esta situación perjudica a la clase entera. El joven que se ausenta presenta más dificultades para seguir los temas, lo que requiere mayor atención por parte del profesor. Esa “atención extra” o particular solo puede estar presente si el educador se la quita al resto de la clase.

Lo mismo ocurre con las llegadas tardes. Un alumno que ingresa al aula una vez comenzada la clase, interrumpe sistemáticamente y provoca demoras en la impartición de contenidos. Las repercusiones de esta conducta, faltas injustificadas y seguidas o llegadas tardes, suele provocar dos reacciones nada convenientes.

Puede que provoque un efecto imitación y parte de sus compañeros decida copiar esta modalidad o que genere el rechazo y el malestar del resto de la clase.

Con lo que el menor que se ausenta disminuye aún más sus posibilidades de mejorar su rendimiento académico. El malestar generalizado, es un impedimento para superar conocimientos. No propicia la contención, ni la colaboración, por lo cual el docente ve mermada su capacidad para afrontar estas dificultades.

Más de un 40 % de los alumnos examinados para el informe PISA ha asegurado que durante las dos semanas previas llegó tarde a clase al menos una vez.

Alrededor de un 7 % de ellos, llega a clase tarde a diario. Revertir la impuntualidad de los menores es una tarea difícil y que involucra a los padres. Durante la primera etapa de escolarización la llegada a clase de los Niños es responsabilidad de los padres o los adultos a cargo. Mientras que durante la ESO y el Bachillerato la actitud del adolescente es fundamental y suele concurrir al centro escolar por sus propios medios.

Cabe destacar que un niño que llega tarde a clase porque sus padres así lo consienten, será indefectiblemente un joven que haga lo mismo en el último tramo de su educación básica.

Faltar a clase está directamente relacionado con el abandono escolar y el bajo rendimiento académico. De este mismo informe se desprende que en España, la tasa de repetición escolar en menores de 15 años es del 31 %. La cifra ha disminuido en un 4 % con respecto al 2015, pero sigue siendo un número elevado.

Pese los datos ofrecidos por la OCDE, la noticia guarda un aspecto positivo. España es el país que más ha reducido el número de niños con absentismo escolar durante los últimos dos años. Con respecto a la identificación de los casos de faltas graves y reiteradas, las comunidades de Andalucía, Canarias, Murcia y Extremadura son las que mayor cantidad de absentismo escolar presentan en territorio español.

Llamativamente, durante el último año, también han aumentado estas situaciones en Cantabria, especialmente en Santander. Aunque llamativo, la cifra sigue siendo baja con respecto a las anteriores regiones.