"Masterchef" pasa el ecuador de su octava edición con el programa dedicado a la clásica repesca. Tras la expulsión de Sonsoles la semana pasada, los concursantes se enfrentaron en primer lugar a la típica prueba de robo de alimentos y recibieron la visita del actor Félix Gómez, exconcursante de "Masterchef Celebrity 4". Por primera vez en la historia, le robaron todos los ingredientes a una compañera y esta se quedó sin cocinar.
Juana, la abuelita, fue la que dejó sin nada para cocinar a Teresa, porque según ella la sentenció en el programa anterior. Esta decisión demuestra que la rivalidad en las cocinas sigue latente y que van a aprovechar todos los recursos que tengan a mano para vencer a sus adversarios.
Un desastre de prueba al casi no tener ingredientes para cocinar
Otros concursantes tuvieron algo más de suerte que Teresa, ya que sus compañeros les dejaron al menos un alimento para cocinar. Este fue el caso de Jose Mari, portador del pin de la inmunidad, que tuvo que realizar un plato solo con ajos, o Andy únicamente con almendras.
La mayoría de las recetas que hicieron los concursantes no se podían ni comer. Las mejores de la prueba fueron Luna y Sara Lúa, que fueron nombradas capitanas para la prueba de exterior y formaron los equipos al azar.
Saray regresó a 'Masterchef' tras su polémica expulsión
El programa se trasladó al Centro de Alto Rendimiento para deportistas de Madrid con la ayuda de Saúl Craviotto, ganador de "Masterchef Celebrity 2", para homenajear a los olímpicos españoles. Cada equipo tenía que preparar 70 raciones de un plato principal y un postre, mientras que cada concursante expulsado tenía que hacer 25 raciones de un entrante. En la repesca participó Saray, tras su polémica expulsión arremetiendo contra el jurado y sus compañeros, pero volvió arrepientiéndose de lo que hizo y de una manera mucho más calmada.
Los concursantes expulsados apenas se esforzaron durante la repesca
Una vez más se produjo el caos en la prueba por equipos y los comensales fueron los mayores perjudicados. Luna mejoró en su capitanía con respecto a la semana pasada y eso hizo que su equipo fuera el salvado. Sara Lúa tuvo buena organización pero fue muy lenta y el postre que hicieron estaba malísimo, por lo que su equipo fue el perdedor. En cuanto a los concursantes expulsados, hicieron raciones muy escasas y dieron todo lo que podrían dar de sí mismos. Por primera vez en la historia de "Masterchef", el jurado decidió no repescar a ningún concursante.
Vuelta de tuerca de la mecánica para que entre un concursante que se quedó a las puertas en el casting final
El jurado ve que los concursantes no evolucionan y que no tienen ilusión por mejorar, por lo que quiso darles una lección para que vean que hay mucha gente que se muere de ganas por entrar al concurso y que no deberían desaprovechar esa oportunidad. Para ello, llamaron a cinco personas que se quedaron a las puertas de entrar en esta edición de "Masterchef". Estos aspirantes tenían que replicar junto a los concursantes un postre e intentar quitarle el puesto a algún cocinero.
Nuevo concursante y expulsión de un peso fuerte
Las parejas de concursantes y aspirantes fueron formadas al azar.
Algunos cocinaron juntos de igual a igual como Michael y Eusebio, mientras que otros utilizaron a los aspirantes de pinches de cocina. Los mejores en la prueba fueron Andy y Carlos, lo que hizo a este último ganarse su puesto en las cocinas de "Masterchef". La expulsada fue Sara Lúa, que hizo un cuadro de postre. La semana que viene visitan el programa Antonia Dell'Atte y Carmen Lomana, que pretenden revolucionar las cocinas al más puro estilo de "La última cena".