Tras superar la polémica expulsión de Saray y la salida de Fidel sin haber cocinado en la prueba de eliminación, Masterchef vivió un nuevo programa lleno de retos para sus concursantes. En la primera prueba volvieron a cocinar por parejas ya que los jueces quieren un mínimo de compañerismo entre los aspirantes. Yolanda Ramos fue la invitada estelar y eligió cocinar con Juana, la abuelita adorable. Esta tenía un privilegio al haber sido la mejor en la prueba anterior. Fue la encargada de formar los equipos y Pepe Rodríguez le explicó cómo preparar una lubina al hojaldre.

Juana apenas ayudó a sus compañeros

La concursante de mayor edad podía ir explicando en voz alta la receta, pero decidió callarse y no decir nada que pudiera beneficiar a sus contrincantes. Sin embargo, Yolanda Ramos fue más benevolente y gritó algún consejo que otro para ayudar a los demás concursantes. Como era de esperar, Juana y Yolanda fueron las mejores de la prueba junto a Iván y Sonsoles. El jurado hizo escarnio de las demás parejas porque no fueron capaces de realizar la lubina al horno tal y como le pedían.

Cocina tradicional vs cocina de vanguardia

En la prueba de exteriores, los concursantes visitaron La Rioja y se dividieron en dos equipos capitaneados por Luna y Sara Lúa, las peores en la prueba anterior, pero podían ser sustituidas en cualquier momento.

Cada equipo tenía que realizar un menú creado por un juez: el azul era un menú de vanguardia hecho por Jordi Cruz para 15 comensales, mientras que el rojo lo había ideado Pepe Rodríguez para 50 invitados. Los platos eran típicos de la región, ya fuera de manera tradicional o innovadora.

Caos en las cocinas de Masterchef

Jordi Cruz tuvo que relevar en la capitanía a Sara Lúa, ya que su equipo era incapaz de hacer unos platos tan complejos y sin las indicaciones del chef probablemente no hubieran salido.

En el otro equipo, los concursantes decidieron quitar de capitana a Luna por no hacer caso de los consejos de Pepe y poner a Iván en su lugar. El equipo de Jordi consiguió realizar su menú con éxito, mientras que el de Pepe, a pesar de ser más fácil, tuvo bastantes fallos por lo que sus integrantes fueron a la prueba de eliminación.

No saben trabajar en equipo

Para evaluar si han evolucionado a lo largo de su paso por el programa e intentar que mejoren con el trabajo en equipo, el jurado propuso que cocinaran por parejas. Luna no fue escogida por ningún concursante para hacer la prueba juntos, por lo que ella fue la encargada de repartir las técnicas culinarias que tenían que realizar las parejas. Sonsoles y Teresa fueron las peores y se enfrentaron a Luna, ya individualmente, en un segundo cocinado para intentar salvarse de la expulsión. Luna fue la mejor de las tres, Teresa no destacó y Sonsoles se puso más nerviosa de lo normal, lo que la hizo convertirse en la expulsada.

Repesca a la vista en Masterchef 8

La semana que viene se producirá la esperada repesca en Masterchef. En ella, uno de los concursantes expulsados regresará a las cocinas.

El morbo está servido, ya que Saray participa tras su polémica salida del programa. ¿Veremos a Saray en todo su ser?¿O vendrá en una actitud más calmada? Habrá que esperar a la próxima semana para descubrirlo. Parece que están de moda los concursos de cocina, ya que Masterchef pronto va a tener un competidor en Telecinco.