Hasta hace un par de décadas, el que nuestros hijos pasaran mucho tiempo jugando Videojuegos era una simple moda con poca repercusión negativa en su vida. Sin embargo, con el paso del tiempo, la sofisticación de los aparatos y de los propios juegos, lo que comenzó como una novedad, se ha convertido en un severo problema para algunos de sus jugadores que han llegado a desarrollar adicción a los videojuegos. Olvidando inclusive su vida convencional por la que se les reproduce en pantalla y pueden “manipular” desde un control.

Ha sido tal el impacto de este comportamiento que actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido incluir en su reciente libro de referencias sobre enfermedades reconocidas y diagnosticables a la adicción a los videojuegos y juegos digitales como un trastorno mental.

Con lo que se considerará como una categoría más de condiciones clínicas que, aunque no están asociadas con el uso de sustancias psicoactivas, podrían ser tan adictivas como las adicciones. La actualización en la que aparece esta afección por los videojuegos será presentada por la OMS en su próxima Asamblea General que se realizará en mayo de 2019 y se espera que su implementación sea una realidad en 2022.

¿De qué sirve esta clasificación?

De acuerdo con el doctor Vladimir Poznyak, quien es miembro del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS, el hecho de que la adicción a los videojuegos sea considerada ya como una desorden mental, permitirá que en primer lugar que tanto las instancias y sistemas de salud como su personal puedan tener conocimiento de su existencia, y lo tengan en cuenta a la hora de realizar un diagnóstico.

Así, bajo esta idea de que los profesionales de la salud estarán alertados sobre la existencia del trastorno de los videojuegos. Personas que lleguen a padecerlo podrán tener acceso a la ayuda clínica y psicológica adecuada. Lo que en un punto derivará en un fortalecido sistema que contrarrestará las complicaciones que este trastorno puede causar en quienes es diagnosticado.

Las tres características principales del desorden de juego

Según las estimaciones de Poznyak, quien también fue el encargado de proponer este nuevo diagnóstico al organismo de toma de decisiones de la OMS, existen tres características principales para poder considerar que alguien padece un trastorno por adicción a los videojuegos:

  1. El deseo de jugar toma mayor relevancia con respecto a otras actividades de la vida cotidiana.
  2. El comportamiento del gamer o jugador comienza a tener alteraciones e incluso de agresividad.
  3. Un marcado deterioro en el funcionamiento y las relaciones personales, familiar, social, educativo u ocupacional.