Estuvieron toda la semana cebando que Socialité iba a retransmitir en directo la boda del príncipe Harry y Meghan Markle. María Patiño se veía como María Teresa Campos retransmitiendo la boda de la infanta, aclamada y elevando la audiencia de su programa a niveles insospechados.

La cruda realidad fue que la crónica de la boda fue memorable sí, pero en mostrar lo que periodísticamente no se puede hacer. Desde la reportera in situ, vestida se supone que para la ocasión y llevando un ridículo tocado. Hasta la presentadora a la que se veía totalmente fuera de su ambiente, pronunciando mal los nombres y como diría un castizo: “Más despistada que una pava en un baile”.

Una crónica desangelada

Así resultó el intento fallido de retransmisión de la que ya es la boda del año. María Patiño intentó ‘salvamizarla’ y claro la audiencia prefirió el buen hacer de Amigas y conocidas de TVE, donde la retransmisión de la boda cosechó un 30% de share, mientras que Socialité pinchó estrepitosamente y se quedó con un 9,6%.

María Patiño, no ha tenido en cuenta que hacer crónica social requiere de un saber estar y unos conocimientos que ella por lo que se ve no tiene. Daba grima verla, cortando constantemente a la reportera, sin tener en cuenta el retardo, voceando y gesticulando al igual que hace en Sálvame.

¿Su futuro como presentadora cuestionado?

La presentadora no está pasando por su mejor momento profesional y probablemente de ahí su nerviosismo.

El varapalo que se llevaría al comprobar que la audiencia no pasó de 800.000 telespectadores, la habrá dejado lógicamente muy tocada.

Ella que decía que no se veía en Sálvame y sí en un programa como La Noria, aparece cada vez con más frecuencia en el programa de la tarde donde hace su papel de comparsa, aunque últimamente se la ve tensa y con gesto hosco en cuanto alguien le lleva la contraria.

No hay duda de que Vasile había apostado fuerte por ella para la retransmisión de la boda de Harry y Meghan. Se sabía que competir contra TVE, gran especialista en retransmitir este tipo de eventos, era poco menos que imposible, pero claro no llegar al 10% mientras la cadena pública llegaba al 30% y casi tres millones de espectadores, ha caído como un jarro de agua fría en los despachos de Mediaset.

Tras su rifirrafe con la dirección del programa y la humillación pública que le hizo Jorge Javier llamándola “bruja amargada” lo que la hizo llorar amargamente, no parece que esta primavera sea, profesionalmente hablando, un renacer para María Patiño; más bien está resultando para ella un gélido otoño.

Que lo suyo es revolver en el estercolero lo prueba que el programa del domingo en plan detective bananera, entrevistando a un individuo que venía a añadir más leña a la supuesta infidelidad de Chabelita, tuvo una audiencia del 11,6%. Lo dicho “Zapatero a tus zapatos”