Manuela Carmena, la jueza emérita y actual alcaldesa de Madrid está pasando por uno de sus mejores momentos en el Ayuntamiento de la capital. Si en el día de ayer se hacía efectivo en los Tribunales que ganaba la batalla a las tres grandes empresas eléctricas del Ibex 35 dejándolas fuera del concurso para el mayor suministro de luz municipal debido a las exigencias de fuentes renovables y perdiendo 82 millones de euros en un contrato que tendría una duración de dos años, ahora, la alcaldesa ha ganado el pulso a la Fundación Francisco Franco.
La alcaldesa de Madrid llevó a los Tribunales a la Fundación Francisco Franco
La alcaldesa de Madrid llevó a los tribunales a la Fundación que respalda al dictador con la finalidad de cambiar el nombre a 52 calles de denominación franquista haciendo referencia al artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica. Este ejercicio ha dado al razón al Ayuntamiento de Ahora Madrid después del fallo emitido por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en el que se contradice al emitido el 24 de octubre del pasado año.
Carmena cambiará más de 50 calles de denominación franquista en la capital
En el fallo emitido por el TSJ de Madrid se hace referencia a que "los actores no pueden hacer valer los perjuicios de terceros, los residentes de alguna de esas calles, pues ninguno de los demandantes vive en esas calles", por otro lado, ha argumentado que "no supone ningún perjuicio irreparable para los actores, pues la reparación únicamente se haría efectiva cambiando el nombre a la calle y con la indemnización que corresponda".
Con esta medida, el Tribunal Contencioso-Administrativo de Madrid ha revocado las medidas cautelares para el cambio de las más de 50 calles con nombres franquistas.
Califica la resolución del Tribunal de "buenísima noticia"
La respuesta de la alcaldesa tras conocerse esta resolución por parte de los Tribunales ha sido de alegría inmensa y la ha llegado a calificar de "buenísima noticia", apuntando además que se cambiarán las calles de referencia franquista tras este fallo judicial.
Con esta resolución, parece evidente que el título heredado por la nieta del dictador, Carmen Martínez Bordiú, no es sino, un símbolo franquista más del Estado español otorgando títulos y reconocimientos a la familia de un dictador.
No obstante, las actuaciones de Manuela Carmena no han hecho otra cosa sino que, avergonzar a Bordiú de portar un título franquista, un reconocimiento que debería estar desamparado por la ley si nos ceñimos a lo dispuesto en la Ley de Memoria Histórica.