El personaje de Saray Montoya ha llegado para quedarse. De eso no hay ninguna duda. Su espontaneidad, su manera de congeniar con el público y su capacidad para poner patas arriba todo lo que toca la convierten en uno de esos personajes soñados por cualquier cadena, y muy especialmente por Telecinco y Mediaset España.

Para darse cuenta de ello tan solo hay que ponerse los vídeos que esta ha venido firmando desde que apareciera por primera vez en televisión en los Gipsy Kings. La andaluza es un torbellino, un fenómeno televisivo y fruto de ese peculiar carácter del que no duda en hacer gala, a pesar de ser políticamente incorrecta hasta la médula, le llegaba la opción de convertirse en una de las protagonistas de Supervivientes 2018.

Saray ya no se calla más

Un programa del que salía convirtiéndose en la primera expulsada disciplinariamente de la presente edición y que, sin embargo, no le ha hecho perder ni un ápice de interés como colaboradora y comentarista del mismo. Y si no les recomiendo no perderse ninguna gala ni ningún debate dominical en el que esta haga acto de presencia.

Tal está siendo el juego que esta viene dando desde que saliera que hasta Sálvame la llamaba recientemente para tenerla como invitada y sacarle más de una bomba que esta, con mucho gusto, les regalaba. En este caso, y a pesar de lo que le pueda costar, Saray Montoya se decidía a revelar los grandes secretos de SV 2018.

Lo primero que hacía era contar que, a pesar de lo que muchos tele espectadores creen, hay muchísimas horas de convivencia en las que están solos, sin cámaras, y que es ahí donde de verdad se ve cómo es cada concursante y de qué va.

Algo que servía de toque de atención claro a la productora. Parece que nos estamos perdiendo la mejor.

Es en la convivencia en esas horas como se ha dado cuenta de que la pareja de Mayte Zaldívar es un "envidioso traicionero" que no deja de flirtear con todo lo que se mueve y de buscar cuota de pantalla con polémicas de terceros.

La otra cara de los protagonistas de SV 2018 tras las cámaras

Después de despellejar a este fue a por Francisco, de quien recordó era un auténtico maestro en generar líos en el Cayo y luego ir de bueno delante de la cámara. Y es que, según Saray, "las broncas más grandes se producen sin cámaras". Al parecer en muchas con el cantante de por medio.

Antes de irse también también tuvo tiempo para calificar de "bicho" malo a María Jesús Ruíz, de quien dice también es otra cuando no graban. ¿Para cuándo un 24 horas señores de Telecinco?