Cuando no es en un sitio es en otro, pero lo cierto es que Belén Esteban sale a titular sobre Toño Sanchís y su juicio diariamente. Después de tres años callada por recomendación de sus letrados, la conocida como princesa del pueblo parece estar desquitándose de todo aquello que no pudo revelar a golpe de entrevista y exclusiva, tal y como estamos pudiendo ver desde que la semana pasada la justicia fallara a su favor.

La millonada que reclama a Toño

La última aparición pública de la colaboradora de Sálvame para realizar un monográfico sobre el asunto del juicio contra el que fuera su representante se producía en El programa de Ana Rosa, donde la rubia más famosa de España seguía ahondando y dejando más titulares si cabe sobre su traumática experiencia con el valenciano como agente y supuesto amigo durante más de una década.

Después de repasar lo feliz que se encuentra y de la necesidad que tiene de que el pago de esos casi 600.000 euros se lleve a cabo cuanto antes, dado que esta viene de realizar un embolso a Hacienda por pagos atrasados por valor de 700.000 euros para liquidar su deuda con el fisco español, esta tuvo tiempo para agregar nuevos datos que hasta hace siete días estaban bajo secreto de sumario.

La que más vueltas está dando a estas horas es la que tiene que con la cantidad que, según la de San Blas, Toño Sanchís se habría quedado y que le debería pertenecer. Según los cálculos de sus abogados, lo que estos estiman es que la cifra alcanzaría los brutales dígitos del millón ocho cientos mil euros. Ahí es nada.

Una cantidad que esta recuerda es tan solo una estimación, ya que, según la ganadora del juicio, esta se plantó ante los juzgados "sin nada" ya que era él quien le llevaba todos los papeles y, obviamente, no se los iba a dar bajo ningún concepto para dañar su defensa ante los tribunales.

Más acusaciones de Belén Esteban

Por si esto fuera poco, siempre según sus palabras, muchas de las empresas de las que esta tenía constancia habían trabajado con ella proporcionándole algunos de esos réditos que nunca llegó a ver o que vio en parte no han querido corresponder con las peticiones de sus abogados haciendo más difícil todavía una demanda que, a la postre, se ha demostrado tenía todo el fundamento y todas las de ganar, como así lo ha estimado un juez en dos instancias distintas. A partir de ahora, a Belén le queda empezar a disfrutar, eso sí, durante el tiempo que pueda. Ya que tiene por delante la demanda penal con la que pretende enviar a Sánchís a la cárcel.