Susan Braudy, periodista y novelista que trabajó para Michael Douglas en su productora en una oficina de Nueva York, a finales de la década de 1980, dice que el actor se desnudó y tocó sus genitales frente a ella. Douglas ha negado todos estos reclamos.

Braudy proporcionó a The Hollywood Reporter una detallada explicación escrita de varias acusaciones de conducta sexual inapropiada contra Douglas, basadas en notas y registros que presentó, un cronograma de su empleo y tres personas con las que habló sobre su experiencia, las cuales ella aseguró que estaban dispuestas a respaldar sus afirmaciones.

Braudy dijo que Douglas a menudo se burlaba de ella frente a sus colegas, llamándola "monja embarazada" cuando vestía de negro y gritaba: "Apuesto a que grita en el saco", decía frente a un grupo de agentes. Más impactante, Braudy dijo que Douglas se masturbaba frente a ella.

En su relato escrito a The Hollywood Reporter, ella dijo que durante una reunión de guión en el departamento de Douglas en 1989 sobre un personaje similar a ET: "Michael se bajó la cremallera. Lo miré y vi que había insertado ambas manos en sus pantalones desabrochados. Me di cuenta horrorizada de que estaba frotando sus partes íntimas. En cuestión de segundos su voz se quebró y al parecer había tenido un orgasmo”.

Ella expresó que al momento no dijo nada, pero que se había sentido totalmente humillada.

Además dijo que en medio del hecho ella se dio cuenta que él actuaba como si pudiera hacer cualquier cosa por el solo hecho de saber que era más poderoso que ella.

Antes de que salieran a la luz las acusaciones de Susan Braudy, Michael Douglas intentó adelantarse antes de que la escritora pudiera hacer pública las acusaciones de mala conducta sexual, diciendo que un ex empleado lo había acusado falsamente de masturbarse frente a ella hace más de 30 años

Douglas dijo que estaba "abatido" cuando The Hollywood Reporter se puso en contacto con él, pidiéndole comentarios después de que una mujer les dijera que el actor tenía conversaciones vulgares con ella.

Douglas dijo que si bien podría haber usado un lenguaje vulgar, no la engañó ni se masturbó frente a ella. Dijo que eventualmente despidió a la mujer por el trabajo que estaba haciendo.

Él negó todas las acusaciones que le había hecho en contra de él y expresó respecto al caso: “No sé por dónde empezar. Esta es una completa mentira, una fabricación de engaño, no hay verdad en absoluto".