Sobre todo cuando están en aquellos días en donde la irritación se apodera de ellas, no se hallan y, en donde no se entienden ni a ellas mismas, pero esperan que alguien más lo haga, si, los días del ciclo menstrual.

Pero, ¿cómo sería el mundo si a los hombres también les llegará la menstruación? Pues el portal de EL MUNDO publicó que la ONG WaterAid hizo esta y otras preguntas a 2.000 personas para exponer la realidad de miles de mujeres que no cuentan con el acceso a un inodoro. Teniendo en cuenta la equidad de la que se viene hablando hace tiempo y las condiciones de ambos géneros en distintos ámbitos, ¿cómo serían las circunstancias de vida si los hombres tuvieran ovarios?

Según las diferentes respuestas de los encuestados después de la campaña con motivo del Día Mundial de la Higiene Menstrual lanzada por la ONG y luego de la percepción de algunos audiovisuales ilustrando las escenas, aunque exageradas, del hipotético caso, se concluyó que primeramente el sangrado tendría una perspectiva diferente, pues no sería una razón para avergonzarse como sigue siendo visto en la actualidad, sino más bien un signo de virilidad. Además de que los hombres probablemente hasta presumirían de ello en redes sociales.

“La menstruación es la única sangre que no nace de la violencia y es la que más asco te da.” Esta frase circuló hace algún tiempo en redes sociales donde se hacía referencia al errado manejo que hacemos de este tema, pero sobre todo hacía un llamado de atención frente a la percepción que tienen los hombres frente a la menstruación.

Caso que probablemente sería visto de diferente manera si la llegada del periodo fuera para ambos sexos.

Habría también un apoyo mutuo y sería hasta caso de celebración la primera llegada del periodo. Se hablaría más abiertamente del tema, sin tener que adornar la expresión. Barbara Frost, máxima responsable de la ONG afirma que en el mundo son más de 800 las mujeres que tienen la regla cada día y aún así, se siguen usando eufemismos, “para no mencionar la palabra tabú.”

También se demostró que hasta en ámbitos como el deporte las condiciones cambiarían, un 29% cree que los entrenadores de distintos deportes, enfatizando en el fútbol, tendrían en cuenta la posible reducción del rendimiento físico.

Mas allá de las situaciones y la posible gracia que pudiera causar ver a los hombres soportando los distintos síntomas del ciclo menstrual, más de la mitad de las mujeres encuestadas piensan que hasta sería bueno y no sólo para sentirse entendidas y estar en igualdad de condiciones, sino que afirmaron que hasta los medios de comunicación tendrían una mejor forma de tratar el tema.

Los comerciales de TV no serían solo actuados por mujeres, ni habría la percepción de tenerse que esconder, es más, hasta posiblemente el flujo sería representado tal cual y no con geles y aguas azules. ¿lo han imaginado?

Ahora bien, biológicamente sabemos que los hombres no sangran cada mes, pero hay algo que se desconoce y es que ellos ¡Si tienen sus días! Esos de los que hacíamos referencia al inicio de este artículo y que muchas veces se ponen en duda por muchas mujeres, pues efectivamente esto es posible. Un estudio publicado en Latinoamérica comprobó que la baja producción de testosterona altera considerablemente el estado de ánimo de los hombres.

El Dr. Gerald Lincoln realizó durante varios años un estudio para analizar la variación de la testosterona en carneros, y concluyó que la baja en los niveles de esta hormona los hace tornar irascibles, sensibles y poco comunicativos.

La diferencia con respecto a las mujeres es que este fenómeno no tiene un ciclo, por lo cual en ellos no se puede determinar cuándo van a disminuir sus niveles. Esto se llama Síndrome de irritabilidad Masculina.

Esta hormona masculina tiene efectos en el sistema nervioso central, que es el que determina como sentimos y percibimos las cosas. El estrés emocional desencadenado por una pérdida, un accidente, exceso de trabajo y demás ocasiona que se afecte directamente la producción de testosterona.

Conociendo lo anterior, esto sería motivo de agrado para cientos de mujeres que aún no se sienten comprendidas por ellos y que también son víctimas de sus irregularidades y cambios de humor pero que hasta hoy no tenían razón y respaldo suficiente para hacerlos entender que ellos también sufren de lo que se quejan…y porque no hasta de venganza para usar las mismas frases que las culpan cada mes.

Latinoamérica.