Las hijas de Andie MacDowell y Paul Qualley llevan años demostrando que si algo han heredado de sus padres, es una vocación artística gracias a la cual se han labrado carreras propias: Rainey, de 27 años, es cantante, y Margaret, de 22, actriz, y no les va nada mal. La pequeña lleva desde 2014 dando vida a Jill Garvey en la serie de televisión The Leftovers, y Rainsford (nombre artístico de la primogénita), se abre camino en la industria musical estadounidense con un pop con cierto regusto a country.

Rendezvous es el título de un nuevo single que ya reúne más de 19.500 reproducciones en Spotify, y que ha servido como excusa perfecta para que las hermanas unan su creatividad y experiencia en un videoclip que ha sido presentado en exclusiva en la página web de Vogue.

"Margaret es la persona más inteligente y artística del mundo" -ha confesado Rainsford en declaraciones a la revista- "En un principio, quería que fuese ella quien dirigiese el vídeo, pero el no tener experiencia previa grabando vídeos musicales, hizo que lo acabásemos dirigiendo las dos juntas".

Lo de ser co-directoras se lo tomaron muy en serio Rainsford y Margaret Qualley

Se tomaron la dirección tan en serio que incluso fueron ellas mismas quienes realizaron el casting y seleccionaron un vestuario de estilo vintage, sacado en su totalidad del armario de la cantante. El resto del equipo estuvo formado por amigos de ambas, y el material fue trasladado hasta el set de rodaje con un coche que pidieron prestado a su madre.

El resultado es una pieza inspirada en la cultura pop de los años 80, cargada de un humor muy característico, y que rompe los estereotipos de los que se suele abusar en los videoclips más convencionales.

Rainsford comparte protagonismo con una pareja de ancianos que se hace arrumacos y besa apasionadamente en un parque. Ella los observa desde la distancia con unos prismáticos al más puro estilo vouyeur, en un entorno que resulta extravagante por lo particular de los propios personajes.

Por muy increíble que pueda parecer esta trama, la intérprete del tema ha desvelado que es mucho más real de lo que aparenta. Según ha desvelado a Vogue, una tarde en la que salió de su estudio de grabación en Brooklyn junto a Nick Dungo (co-autor de la mayor parte de sus canciones), se topó con una escena casi idéntica: "Se estaban enrollando de una forma muy poco discreta y rodando por el césped. Al principio observamos desde la lejanía y nos lo tomamos a broma, pero finalmente esa pareja ha acabado convirtiéndose en una gran inspiración."