Los rumores ya son ciertos; la tripita incipiente que Jennifer Aniston lució a finales de agosto en un acto social, según la revista Ok Magazine, es de un embarazo de tres meses. Jennifer Aniston de 45 años, "Soy madre después de los 45 años y no estoy loca". se suma a la tendencia entre las celebrities de uberañosas. Jennifer congeló sus óvulos y ahora, mediante la fecundación in vitro, se ha decidido a la gran aventura de ser madre. No es la única famosa que se aventura en edad madura a probar la maternidad. Entre ellas tenemos a: Hale Berry (46) según ella misma "su segundo embarazo fue una verdadera sorpresa", Irma Soriano (48) sólo hace un par de semanas que dio a luz, Ana Rosa Quintana (48) tuvo gemelos en 2004,

También Genna Davis con 46 años fue primeriza y con 48 tuvo sus mellizos, Susan Sarandon con 43 fue primeriza y tres años después, 46, tuvo a su segundo hijo, Marcia Cross (Bree en "Mujeres Desesperadas") , 44, dio a luz a sus mellizos, Ainhoa Arteta con 45 años tuvo a su segundo hijo, Angela Molina (47) tuvo a su segunda hija, Carolina Ferrer tendrá a sus gemelos con 40 años.

Silvia Abril, pareja de Andreu Buenafuente, tuvo a su hija a los 40, Rosario Flores tuvo a su hijo a los 42, Uma Thurman tuvo a los 41 a su tercer hijo,etc.

Parece ser que lo über, en alemán significa "más allá de", está de moda. Cada vez más son las celebrities y mujeres cuotidianas que se animan a experimentar la maternidad a partir de los 40. Hasta hace poco se utilizaba el término de mujeres añosas para hacer referencia a todas aquellas mujeres que van a ser madres más allá de los cuarenta. Personalmente, no me gusta ninguno de los dos vocablos, por la connotación negativa que transmite, se les está diciendo que son mayores para ser madres. Hay una presión social ya que se les cuestiona ser madres a esa edad.

Nadie escoje, voluntariamente, ser madre mayor. Detrás de cada una hay una historia de abortos, intentos fallidos (con las consecuencias psicológicas para la pareja y para la mujer), falta de estabilidad emocional y/o profesional o reiniciar la vida sentimental con otra pareja y ambos desean formar una familia en común. Todas las mujeres que deciden ser madres a partir de los cuarenta son conscientes de esa realidad: de los riesgos y el control estricto durante los nueve meses de embarazo, gracias a los avances tecnológicos es factible tener bebés sanos a esa edad.

Serán madres mayores pero estarán ilusionadas y preparadas para afrontar un proceso lleno de esperanza, deseo, miedos y dudas.

La verdad, es difícil adelantar la maternidad antes de los treinta. Muchas veces, ni nos hemos situado en la vida: entre estudiar y/o trabajar, te independizas y empiezas a formar un familia, casi entras en la treintena o la sobrepasas. Es complicado ajustar el reloj biológico a la sociedad de hoy en día.