Conoce todos los componentes de esta maravillosa verdura, disponible en cualquier lugar del mundo, sus componentes y bondades.

Origen y componentes de la berenjena

La berenjena es una planta de la familia de las solanáceas. Su cultivo data de épocas muy antiguas en la India y luego se extendió al resto de los continentes. El fruto de esta planta es comestible, aunque en Europa al inicio su consumo se asociaba con muchas enfermedades, y se decía que era tóxica, por lo que era usada más bien con fines decorativos; hoy se sabe que contiene solanina, que consumida en grandes cantidades puede producir dolor de cabeza, dolor abdominal y otros trastornos, por lo que no se recomienda comer cruda.

Existen diversas variedades, de allí que varíe su color, aunque la más común es la morada, también las hay de color blanco, púrpura, negro, amarillo, rojo o de colores mezclados. Su pulpa es blanca, de textura esponjosa, con pequeñas semillas amarillas y es de sabor amargo.

El mayor componente de la berenjena es el agua y su contenido calórico es mínimo; además contiene hidratos de carbonos, proteínas y minerales, siendo rica potasio, y con pequeñas cantidades de calcio, fósforo, hierro y magnesio. Además tiene vitaminas A, B1, B2, B3, C y folatos.

Usos

La berenjena en la cocina es usada en diferentes partes del mundo. Se puede preparar asada, salteada o rellena, sin embargo en muchos países preparan platos típicos con la berenjena, por ejemplo, en España, los catalanes, preparan la samfaina, la escalivada o el espencat ; mientras que en Italia preparan la caponata, la parmigiana y el gli scapici , y uno de los platos más conocidos es la musaka preparada por los griegos.

Si se va a preparar al vapor o a freír se recomienda primero rebanarla y sumergirlas las rodajas en agua con sal durante 24 horas, al vapor porque le quita el sabor amargo y al freírla para evitar que absorba aceite. No se recomienda comerla cruda

Desde el punto de vista medicinal, se dice que la berenjena contiene en su piel flavonoides que le confieren acción antioxidante, por lo que es utilizada en la prevención de enfermedades cardiovasculares y del cáncer. Contiene también estatinas, por lo que ayuda a disminuir los niveles de colesterol y son utilizadas en el tratamiento de las dislipemias y para prevenir la arteriosclerosis.

De igual es beneficiosa para los diabéticos, ya que reduce los niveles de glicemia.

En forma de té, tiene efecto diurético y dado su bajo aporte calórico es excelente para perder peso; mientras que su pulpa machacada pude usarse en la piel para calmar la irritación producto del sol.

Como podemos ver, existen muchas razones para incluir la berenjena en nuestra alimentación.