Muchas personas habrán escuchado alguna vez en su vida acerca de los radicales libres y sus efectos nocivos pero sin tener una idea clara de lo que son.

Los radicales son sustancias químicas inestables de diversa naturaleza los cuales son producidos por el metabolismo normal de nuestro cuerpo, pero también pueden estar en el medio ambiente. Estas sustancias una vez producidas literalmente roban partículas atómicas a moléculas orgánicas de nuestro cuerpo como las grasas, las proteínas, el colágeno de nuestra piel, incluso el ADN que es la maquinaria genética de nuestras células y que dan las características que cada individuo posee.

Cuando los radicales libres aparecen en escena entonces estas biomoléculas sufren daños que se van acumulando y con el tiempo pueden estar relacionados con ciertas condiciones y trastornos como el envejecimiento prematuro, perdida de elasticidad y firmeza de la piel, Enfermedades degenerativas del sistema nervioso como el mal de alzhéimer e incluso el cáncer.

¿Qué daño pueden causar los radicales libres?

Si los radicales libres producen estos daños y ellos son producidos normalmente por nuestro organismo, ¿acaso significa esto que estamos condenados a su efecto nocivo? Algunos radicales libres son producidos por las células del sistema inmune para atacar a microorganismos y destruirlos, esto sería el lado positivo de estas sustancias.

Pero también se producen constantemente por nuestras células.

Por otro lado nuestro organismo cuenta con sistemas antioxidantes que protegen de la acción de los radicales libres, además muchos alimentos contienen sustancias con efecto antioxidante. Existen enzimas celulares capaces de inactivar los radicales libres y convertirlos en sustancias inofensivas, pero también existen sustancias que bloquean el efecto nocivo de los radicales y cuyo consumo es recomendable. Como ejemplo tenemos la vitamina A y C presente en frutas y hortalizas o la vitamina E presente en las nueces y otros frutos secos. También están los polifenoles con un excelente poder antioxidante y estos están presentes en vegetales como las cebollas, ajo, en la uva y sus derivados como el vino tinto, en el chocolate entre otros.

¿Qué actividades que debemos realizar?

Es importante además realizar actividad física moderada de forma regula, ya que se ha demostrado que uno de los efectos beneficiosos de esta práctica es una mayor producción de enzimas antioxidantes por el organismo. De igual modo se debe evitar el cigarrillo, el consumo de frituras y la exposición a la contaminación atmosférica, factores que son fuentes externas de radicales libres.