En la búsqueda del bienestar físico y mental, el ser humano ha inventado y descubierto muchos métodos para retrasar la vejez. Nuestro cuerpo es una maquina sorprendente, y a veces abusamos de ella, cuando tomamos los excesos al beber y comer, como un hábito. No dejan de abundar las recomendaciones de médicos sobre el cuidado de la salud, pero pocos tomamos conciencia para reconfigurar nuestro estilo de vida.
Algunas personas prefieren los métodos naturistas, ya que existe el temor de que algunos medicamentos, puedan desencadenar un problema, más que una cura.
Los individuos más osados – y quizá más desesperados – se juegan el todo por el todo, con tal de tener una solución rápida y “eficaz”, que en algunos casos, desafortunadamente acaba con la vida.
Renovando el cuerpo desde el origen
Lo nuevo en cuidado del cuerpo, es la autofagia, esta consiste en disminuir el riesgo que tiene una persona de padecer cierto tipo de Enfermedades y de extender la vida. La mecánica de este método radica en la regeneración a nivel celular. Yoshinori Ohsumi – Científico japonés, 2016 – fue galardonado con el Nobel por su investigación sobre el mecanismo de la autofagia. Estos estudios aportaron una mayor comprensión sobre patologías neurodegenerativas – Parkinson y demencia.
Autofagia, es una palabra que viene del griego y da como interpretación: “comerse a uno mismo”. El proceso estriba en que hay una degradación de las mismas células del cuerpo, estas entran en una forma de reciclado de los propios componentes. Este medio puede suministrar al cuerpo de combustible para producir energía, al mismo tiempo que le provee de “bloques de construcción básicos”, que son indispensables para la regeneración celular.
¿Cómo reacciona el organismo al alimentarnos de nuestro propio cuerpo?
Las células utilizan la autofagia, para eliminar las proteínas dañadas y de orgánulos u organelos, que están organizadas en una estructura diferente, encerradas en el citoplasma de la célula. Esta acción se realiza “mediante una especie de sacos de reciclaje llamados lisosomas”.
Luego de una infección, si se llega a utilizar el método de la autofagia, se pueden destruir bacterias y virus. Los descubrimientos de Ohsumi, han interesado a las farmacéuticas y a la academia, que buscan un fármaco que pueda activar el proceso natural de renovación.
La técnica de la autofagia fue descubierta en 1960, sin embargo el sustento de dicho método es reconocido por la investigación de Yoshinori Ohsumi, en los años 90 ´s. Los científicos en las distintas ramas de la medicina y seudoexpertos en dietética, han asumido la postura benéfica de la autofagia, creyendo que se puede estimular al organismo de forma natural, con ayuno, suprimiendo carbohidratos y con ejercicios de alta intensidad.