En Japón se utilizan con éxito los paseos por el bosque como forma de meditación, relajación y sanación. A esta técnica se la conoce con el nombre de shinrin-yoku y consiste en pasear por el bosque, sin prisas, escuchando los sonidos, aspirando los olores, deleitándose con las formas de arbustos, árboles, flores y con los cantos de los pájaros.

Andar es beneficioso para nuestra salud, pero normalmente a veces lo hacemos rápidamente o conversando y no apreciamos suficientemente la belleza del paisaje. En Japón existen recorridos pensados para practicar esta técnica de relajación y curación del alma.

Bosques y jardines llenos de aromas, texturas y sonidos especiales.

Aprovechar los beneficios de la naturaleza

Si te gusta andar, hazlo por el campo, el bosque o un jardín y hazlo despacio disfrutando cada instante para aprovechar los beneficios que la naturaleza te ofrece.

  • Reducir el nivel de estrés.
  • Disminuir la tensión arterial.
  • Apaciguar el alma.
  • Estimular tu sistema inmunitario.

No esperes a las vacaciones para poner un toque verde en tu vida y hazlo lo más a menudo que puedas. Está científicamente probado que pasear por la naturaleza ayuda a despejar la mente y recuperarse de la fatiga tanto física como mental.

No todos los días puedes desplazarte al campo o al bosque, pero sí puedes visitar alguna plaza o jardín de tu localidad y perderte por sus senderos, sentarte en un banco a observar dejando que el sol acaricie tu piel y llenando tus oídos con los sonidos de la naturaleza.

La arboterapia: abrazar los árboles para sentir su energía

La arboterapia es otra técnica, que si bien data de los antiguos rituales empleados por los sacerdotes celtas, volvió a practicarse en el siglo XIX. En esta época las Enfermedades respiratorias estaban a la orden del día y los médicos recetaban a quien se lo podía permitir, estancias en balnearios enclavados en el bosque o con enormes jardines, para que pudiesen efectuar largos paseos asegurándose de respirar un aire puro que pudiese beneficiar sus pulmones.

La arboterapia se basa en el principio de que el contacto directo con los árboles favorece la curación tanto física como psíquica y hay estudios científicos que lo demuestran. Se han hecho mediciones de los cambios de humor en personas que habían hecho un paseo por el bosque y han abrazado un árbol. Se ha constatado una disminución del estrés y la ansiedad junto con un aumento de la energía vital.

Abrazar un árbol tiene claros efectos positivos. Para cargarse con la energía del árbol hay que apoyarse en él con la mano derecha sobre el estómago y la izquierda en la espalda, relajarse y dejar la mente en blanco escuchando los sonidos del bosque o el jardín.

Los paseos por la naturaleza pueden aportarnos más positividad, oxigenar nuestros pulmones y proporcionarnos una gran sensación de bienestar. externo e interno.