¿Acaso se te había ocurrido pensar que tu nariz sirve no solo para que respires, sino también para captar miles y miles de olores y aromas distintos? Desde los más fuertes hasta los más suaves, aunque no lo creas, los aromas pueden hacer mucho por nuestra vida si aprendes a usar sus maravillosos poderes y beneficios.

La aromaterapia es más que un tratamiento, se enfoca principalmente en ayudar a mejorar nuestra salud, a partir del uso de una extensa variedad de aceites extraídos de las plantas naturales. Es por ello que esta técnica se le llama aromaterapia, ya que la palabra “aroma” significa fragancia, y “terapia”, diseñado para curar.

Un poco de historia… El uso de la aromaterapia, en realidad no es algo nuevo. De hecho, fue utilizado por primera vez hace alrededor de 2.000 años con fines rituales y como un método para aliviar enfermedades. Así que desde entonces, los aromas de las plantas se convirtieron en algo más que un simple olor.

Prácticamente, lo que se usa en el método de esta terapia es la fuerza vital de la planta, algo que no se puede ver ni tocar: el aroma, que podría decirse, es el alma de la planta. Pero para poder extraerlo, necesitas el aceite esencial, que por cierto se encuentra en muy pequeñas cantidades.

El aroma nos protege

La naturaleza es en extremo sabia, por eso el aceite esencial de las plantas tiene dos cualidades.

Por un lado, la protege de todo tipo de plagas, y por el otro, a través de su aroma atrae insectos y aves, logrando así que se produzca la polinización. Y es justo este proceso natural que poseen las platas en el que la aromaterapia se basa para ayudarnos, por medio de sus variadas esencias, a relajarnos, concentrarnos, restaurarnos y comunicarnos.

Empecemos por hablar de la tan importante relajación. Dentro de algunos de los aromas que se utilizan para calmarnos y hasta prepararnos para dormir están:

  • Esencia de geranio: ideal para depresiones, tensión y angustia.
  • Esencia de neroli: se utiliza para calmar los nervios y relajarse antes de ir a dormir.

Concentración, restauración y comunicación

Por su parte, en cuanto a la concentración, estos aromas ayudan a combatir la fatiga mental y logran acelerar tu pensamiento.

Algunas de estas esencias son:

  • Esencia de hierbabuena: Se utilizó desde hace muchos años en el Medio y Lejano Oriente para devolver la capacidad de concentración.
  • Esencia de eucalipto: Ayuda a despejar y enfocar las energías mentales.

En segundo lugar, la restauración: son aromas que ayudan a dar equilibrio y mejorar la tensión, que muchas veces se ve reflejada a través de dolores de cabeza. También te dan energía cuando te sientes un poco débil o sin ganas de nada. Algunas esencias recomendables:

  • Esencia de toronja: Revitaliza los sentidos, ayuda a aliviar dolores de cabeza, la fatiga y a calmar los nervios.
  • Esencia de romero: Ayuda a mejorar la memoria y despejar la mente.

Por último, también existen esencias que ayudan a tener una mejor comunicación y en este sentido, a mejorar las relaciones entre personas.

Son recomendables si te estas preparando para ir a una fiesta:

  • Esencia de rosa: Ayuda a abrir los canales de comunicación haciéndolos más fluidos.
  • Esencia de sándalo: Además de ser el perfume más antiguo, te ayuda a sentirte más relajado y a vencer la timidez.