Para los orientales, el universo es un conjunto que se encuentra en total equilibrio, y el hombre tiene la responsabilidad de preservar esa armonía. Se trata de un legado de tierras lejanas, aunque ustedes no lo crean y piensen que los masajes no sirven absolutamente para nada, están en un completo error. En realidad, los masajes, que también son conocidos con el nombre de “tuenia”, sirven totalmente para relajar diferentes zonas del cuerpo e incluso forman una parte muy importante de la medicina en China.

En este sentido, se torna tan serio el asunto, que esta técnica se ha convertido en un método curativo en algunas regiones de dicho país.

Todo comenzó en Japón en el siglo VI, por medio de los monjes budistas que desarrollaron los masajes hasta llegar al “shiatsu”, que en español significa “presión con los dedos”. Con el paso del tiempo, este masaje se convirtió en lo que hoy se conoce como: la digitopintura.

Dedos mágicos

Como su nombre lo indica, la digitopuntura es sencillamente una técnica de relajación e incluso, para muchas personas, hasta un tema de curación, que se realiza a través de pequeños masajes aplicados por tus dedos. Suena extraño pero así es. Esta técnica que de alguna manera se considera milagrosa, puede funcionar tanto para un día de relajación o para desaparecer el estrés acumulado en tu vida, como también ser curativo para muchas enfermedades.

Pero por si esto fuera poco, los especialistas en estas antiguas técnicas orientales se han interesado por descubrir más y no conformes con lo que ya saben, siguen en la búsqueda para conseguir nuevos datos sobre estas milenarias técnicas. Precisamente así se dieron cuenta de que debajo de nuestra piel existen cientos de receptores que se encuentran ubicados en los músculos, los tendones, las articulaciones y por supuesto, la piel.

Como un mapa viviente…

Una de las partes de la digitopuntura, trata de explicar cómo nuestro organismo además de estar compuesto por venas, arterias, huesos y órganos vitales, también tiene conductos invisibles por donde circula nuestra energía. A estos conductos se le llamas “meridianos” (en chino, King-lo) y según las teorías orientales, cada uno de nosotros tiene 12.

Asimismo, ocurre que cuando nuestro organismo está molesto, ya sea por falta de ánimos o simplemente por cansancio, nos está dando una señal de alerta que significa que nuestra energía está totalmente desequilibrada. Pero con esta técnica podrás lograr volver tu estado de ánimo a la normalidad y que la energiza se regularice por completo en un instante.

Por último y como dato curioso, los chinos se dieron cuenta de que al tocar determinados puntos del cuerpo, se producía una sensación parecida al paso de una corriente eléctrica y así pensaron y se dieron cuenta de que dicha corriente era precisamente la energía que daba vida a los seres vivos. Si te animas, lo que único que debes hacer es acercarte a algunos de los centros de tu cuidad en donde se imparte esta relajante técnica oriental y solo te dedicaras a disfrutar del proceso.