El masaje con piedras calientes muy popular en los spas de EE.UU. y promete hacerte soltar los más profundos suspiros. Si le das uno a tu chico, el calor de las piedras penetrará profundamente en sus músculos y no tendrás que aplicar tanta presión ni te agotaras rápidamente amasándole la espalda. Para hacer este masaje en casa, necesitarás un aceite y ocho piedras pulidas y ovaladas del tamaño de la palma de la mano. Puedes conseguirlas en un río, en una tienda de productos de belleza o en la boutique de un spa.

Para comenzar

Calienta las piedras en un envase con agua caliente y colócalas en el microondas, por 3 minutos.

Usando una toalla de mano húmeda, envuelve las piedras y ponlas cerca de la cama. Vira a tu chico boca abajo, y coloca almohadas alrededor de su cuello y su cabeza para que esté cómodo.

Los puntos correctos

Pon dos piedras en las palmas de sus manos y otras dos sobre las plantas de sus pies. Arrodíllate cerca de sus caderas y cubre tus manos y otras dos piedras con aceite de masaje. Pon las piedras a ambos lados de su columna , sin presionar nunca directamente, en la parte baja de su espalda.

Los movimientos

Presiona suavemente las piedras contra su espalda y muévelas hacia arriba y hacia afuera en dirección a sus axilas, en tramos de 12 centímetros. Pasados 4 minutos, mueve las piedras hacia el cuello, trabajando los músculos con movimientos circulares.

Ahora muévelas desde lo alto de sus hombros hacia la nuca. Luego de otros 4 minutos, mueve las piedras desde sus hombros hacia abajo a lo largo de sus brazos. Puedes terminar frotando las piedras en las palmas de sus manos.

Atiende sus pies

Para que él se termine derritiendo en tus manos, concluye con un masaje de 5 minutos en sus pies.

Frota un poco más de aceite en tus manos y en una de las dos piedras que quedan en la toalla. En vez de presionarla de forma plana contra sus plantas, agárrala de modo que puedas usar el canto.

Trabaja en un pie, frotando la piedra en el talón de forma circular, pasándola a lo largo del arco y entre cada dedo. Los pies por ser un tipo de piel diferente pueden requerir más presión que la espalda.

Tras unos minutos, usa tus pulgares para frotar la parte delantera del pie y jalar suavemente cada dedo. Con la última piedra repite el proceso en el otro pie.

El ambiente perfecto

Las flores tienen poder, crea una atmósfera seductora en el cuarto con una simple orquídea. Esta elegante flor asiática es la clave en la decoración de los spas. Sus pétalos se asemejan a los genitales femeninos: una pista visual que tu chico captará, aunque sea subliminalmente. También puedes encender unas velas, bajar la intensidad de las luces o también puedes apagarlas, pon una música sexy y lleva unos tragos helados a la bañera.