Luego de una noche de copas, el organismo suele ser afectado por “la resaca”, un cuadro caracterizado por malestar general que se presenta muy frecuentemente luego del consumo excesivo de bebidas alcohólicas.

Es conocida como resaca en España y en todos los países de habla hispana, sin embargo, en algunos países además se le llama de muy diversas y curiosas maneras: Caña (Chile), Chucahaqui (Ecuador), Chaqui (Bolivia), Cruda (México), Goma (El Salvador), Guayabo (Colombia) y Ratón (Venezuela).

Síntomas de la resaca

Esta desagradable consecuencia del consumo excesivo de alcohol, viene acompañada de una variedad de síntomas.

Entre los más frecuentes se encuentran las alteraciones gastrointestinales como son: vómitos, nauseas y algunas veces diarreas y flatulencias; estas manifestaciones se deben a los efectos lesivos del alcohol sobre la mucosa del estómago e intestino.

El dolor de cabeza o cefalea, propio de la resaca se debe a la deshidratación severa que conlleva al aumento del flujo sanguíneo al cerebro y disminución de los niveles de glucosa sanguínea. Esto trae como consecuencia una sed intensa y persistente.

También suele haber debilidad, dolor abdominal y muscular. Pueden presentarse síntomas neurológicos como amnesia ligera, embotamiento e incoordinación al andar.

Tratamiento para la resaca

El consumo de líquidos antes de acostarse o durante la resaca contribuye a reducir los síntomas producto de la deshidratación como son la sed, resequedad bucal, mareos y el dolor de cabeza.

Se recomienda la ingestión de alimentos ricos en cisteína como los huevos y de alimentos con altos contenidos de vitamina B6 o piridoxina, tales como cereales (trigo, avena y arroz) y frutas rojas.

El zumo o jugo de tomate ha sido muy utilizado para aliviar los síntomas de este padecimiento. Algunos recomiendan el consumo de sueros caseros a base de zumo de limón y sal o bicarbonato.

El uso de analgésicos como el paracetamol está contraindicado debido a que puede producir toxicidad hepática.

Esta demostrado que no importa la calidad o el tipo de la bebida, sea vino, champagne, whisky, cerveza, ron, bebidas anisadas, ginebra, vodka, brandy o tequila o sus combinaciones; a fin de cuentas el consumo excesivo de bebidas alcohólicas es el factor determinante para la ocurrencia de la resaca.

Así que muy probablemente, al tomarnos unos tragos, estaremos comprando todos los boletos para el sorteo de una gran resaca para el día siguiente.