Al caminar por los pasillos de las tiendas de comestibles, una cosa quedó clara: el aceite de coco ha llegado a dominar oficialmente la tienda. ¿Desde cuándo cambiaron todos los sospechosos de aceite habituales y se vuelven locos por los cocos?
¿Aceite milagroso?
Esto no quiere decir que haya algo intrínsecamente "incorrecto" en elegir consumir aceite de coco. Este aceite es sabroso y puede ser parte de una dieta saludable cuando se consume con moderación. El problema es que se lo promociona como esta sustancia mágica y panacea que puede hacer cualquier cosa, desde suavizar el cabello encrespado e implacable hasta curar Enfermedades crónicas.
Una encuesta encontró que hay una discrepancia en la percepción del aceite de coco como un "alimento saludable" entre el público estadounidense y aquellos involucrados en la nutrición.
La American Heart Association publicó recientemente un informe de asesoramiento científico que recomendaba no consumir este aceite. Esto fue recibido con el escrutinio de varios medios de comunicación y figuras de vida saludable en las redes sociales. Entonces, echemos un vistazo más de cerca a la ciencia actual detrás del aceite de coco y la salud del corazón.
¿Qué dice la ciencia?
Una revisión sistemática reciente ha encontrado que este aceite aumenta el colesterol total, el HDL y el LDL, en comparación con los aceites vegetales insaturados, mientras que la mantequilla aumenta el colesterol total, el HDL y el LDL a mayor cantidad.
Esto sugiere que el aceite de coco puede obtener mejores resultados que la mantequilla para los niveles deseables de lipoproteínas, pero en última instancia, puede ser mejor elegir grasas vegetales insaturada para ayudar a reducir el riesgo de un accidente cerebro vascular.
Este hallazgo fue lo que alentó a la American Heart Association a advertir contra el consumo excesivo de aceite de coco, ya que los 7 estudios incluidos en la revisión informaron aumentos en el colesterol LDL, con la importancia reportada en 6 de estos estudios.
Sin embargo, la literatura actual sobre los efectos en la salud del corazón es relativamente escasa y la evidencia de una asociación entre el consumo de coco y los factores de riesgo para la enfermedad cardíaca es principalmente de mala calidad.
Recientemente, este aceite se ha vuelto popular entre la comunidad de alimentos saludables, por lo que, si bien es mejor no consumir excesivamente el aceite de coco, es de una manera muy moderada.