¿Qué es la Meditación? Muchos de los que oyen hablar de la meditación por primera vez abren su cajón mental del que se escapa un spinner esotérico o alternativo. Pero pocos recién llegados conocen la antigua tradición de Meditación y su efecto en la mente y el cuerpo. En este mundo en rápido movimiento, el estrés domina nuestra vida cotidiana. Él es una parte tan importante de nuestras vidas que no lo encontramos más como un factor perturbador. Él está allí y hemos aprendido a vivir con eso. Las presiones de tiempo y rendimiento son desencadenantes que nos exponen a las dificultades diarias.

Ayuda solo un poco de relajación. Ahora la meditación entra en juego.

¿Qué pasa cuando meditamos?

Hay diferentes formas de retiro. ¿Pero qué sucede en un estado tan meditativo? Los investigadores han encontrado en varios estudios que los músculos se relajan, la presión arterial desciende y las ondas cerebrales disminuyen. La fase de descanso permite olvidar el estrés que te rodea. Cuando se alcanza la fase de descanso donde se puede escuchar dentro, dejamos ir todos los pensamientos que inconscientemente nos agobian. Ya no pensamos en cosas negativas, problemas, soluciones a problemas o cosas por el estilo.

Aquellos que meditan regularmente pueden controlarse a sí mismos y a sus emociones mucho mejor.

Especialmente los temores bloquean el camino a la felicidad. Todos tienen una forma diferente de lidiar con el miedo. Algunos reaccionan coléricos, otros se cierran por completo. No solo miedo, otros sentimientos pueden desviarnos del camino. Cualquiera que se tome el tiempo de ir por más y más a menudo se vuelve emocionalmente más equilibrado.

Además, a través de meditación, se crea una nueva relación con el dolor. Solo aquellos que conocen su cuerpo pueden sentir dolor y localizarlo mejor. Por otro lado, lidiar con el dolor es otro. A través de la meditación, uno tiene la oportunidad de inhibir la sensación de dolor.

La meditación es saludable

Aquellos que meditan regularmente solo viven mucho más sanos.

El equilibrio emocional no nos hace a todos demasiado susceptibles al estrés. Es más fácil lidiar con situaciones de estrés. Como resultado, nuestra presión arterial no se dispara a la menor sobrecarga. Es mucho en nuestras vidas una reacción en cadena. Tal reacción puede activarse una vez que se toma la decisión de cambiar. Una acción siempre es seguida por una reacción.