La historia del maquillaje se remonta a épocas antiguas, cuando civilizaciones primitivas tendían a decorar y embellecer ciertas partes de su cuerpo, con elementos naturales, y por muchos años el único objetivo del maquillaje era obtener un buen resultado, sin tomar en cuenta los efectos nocivos que los cosméticos pudieran causar a la piel.
Hoy en día, las casas comerciales que patentan cosméticos presentan fórmulas cuya tendencia es más conservadora y respetuosa con la salud de la piel, y con el medio ambiente, a estos se les llama cosméticos orgánicos.
Se dice que Europa, fue el continente donde se inició la comercialización con los productos orgánicos , hace muchos años. Sin embargo América, con países como Estados Unidos y Argentina, han difundido más la utilización de estos productos .
¿Por qué usarlos?
Diversas investigaciones han demostrado que parte de la materia prima usada en la fabricación de productos del cuidado personal, son químicos que pueden resultar tóxicos, ocasionar alergias, irritación, deshidratación o envejecimiento prematuro de la piel.
Además de que, productos con fragancias sintéticas como talco o trietanolamina (TEA) por ejemplo, pueden interferir con el sistema inmune y neurológico.
Si bien no se trata de salir corriendo, y echar los cosméticos a la basura, es conveniente leer lo que contienen y conocer que pueden tener efectos adversos, a fIn de evitarlos o minimizarlos.
¿De qué están hechos?
Es importante conocer lo que contienen cremas y maquillajes que se usan, porque la piel está constantemente absorbiendo sustancias a través de sus poros. En general, para la elaboración de los productos orgánicos se usan materias primas de origen natural como extractos vegetales, ceras y aceites esenciales, que son cultivados sin la adición de químicos, pesticidas ni otros productos agroquímicos, además de que se le incorporan vitaminas.
No contienen perfumes, parabenos, petrolatos, siliconas, lanolinas , ni colorantes.
Entre los ingredientes de estos cosméticos están el aloe vera, los aceites de abedul, jojoba, de coco, de menta, de aguacate, de granada, semillas de lino, almendras , nuez y manteca de karité. Ente otros, también se usan hojas de plantas, manzanilla, zanahoria y pétalos de rosa.
¿Qué se encuentra disponible?
En el mercado hay una amplia gama de productos orgánicos de diferentes marcas, lo importante es leer la etiqueta, y sobre todo esas “letras pequeñas” que a veces pasamos por alto. Las más buscadas son las bases de maquillaje, que a la vez que dan luz al cutis y atenúan imperfecciones, nutren la piel y contrarrestan el envejecimiento, por su contenido en aceites naturales y vitamina E, entre otros componentes.
Al igual que los lápices correctores pueden contener lecitina, aceite aguacate, de nuez o de jojoba, los polvos bronceadores pueden ser a base de pétalos de rosa y aceite de jojoba, que hidratan y nutren la piel. De igual manera las barras labiales, no sólo dan color, sino también nutren e hidratan los labios por su contenido en aceites vegetales y ceras naturales.
Los ojos también pueden disfrutar del beneficio de los cosméticos ecológicos, con las sombras a base de pigmentos naturales, los lápices que contienen aloe vera y té negro y las máscaras con cera de rosas y aceite de jojoba, que las alarga y fortalece.
Al momento de decidirse a usarlos se recomienda tomar en cuenta varias premisas, para reconocerlos, tales como, que sean de origen vegetal y de cultivo biológico, no hayan sido probados en animales. los envases son reciclables, el impacto ecológico durante su fabricación fue mínimo y no tienen conservantes ni pigmentos artificiales. Porque aunque muchas veces la palabra natural se utiliza como sinónimo de orgánico,” no todo lo que brilla es oro”.