Que dormir bien por la noche es la mejor medicina que puedes procurar a tu cuerpo, y en especial a tu piel, no es ninguna novedad, ¿verdad? Lo que quizás no conozcas son las razones por la que el descanso nocturno te sienta tan bien.

La actividad celular de la piel trabaja de noche

Ciertas funciones metabólicas como la digestión, la respiración o los latidos del corazón tienden a relajar su intensidad durante las horas de sueño. Sin embargo, en el caso de tu órgano más extenso, la piel, el descanso nocturno activa los propios mecanismos de oxigenación, limpieza y regeneración con que cuenta, siendo durante la noche cuando trabaja de forma más eficiente.

Esto es debido a dos factores principales:

  • Cuando duermes tu musculatura se relaja y esto posibilita que el retorno sanguíneo sea más fluido. Tu piel recibe más oxígeno y nutrientes para reparar los daños originados durante el día.
  • La falta de exposición a agentes externos como el sol, la contaminación, el viento o los cambios de temperatura, que dañan la piel, facilita la eliminación de los radicales libres, que como sabes, son los responsables directos de la oxidación celular de la piel que la envejece.

No obstante, puedes contribuir a optimizar la labor reparadora natural de la piel con unos sencillos gestos en tu rutina de cuidado personal y hacer efectivo el descanso.

Limpia e hidrata tu piel antes de dormir

¿Sabes que acostarte sin retirar el maquillaje puede generarte manchas? Si ya has comenzado a verlas en tu rostro o en tu cuerpo, debes utilizar cremas con hidroquinona, sobre todo, por la noche. ¿Por qué? Porque al no existir radiación solar consiguen inhibir la producción de melanina y, con ello, mitigar la pigmentación de tu cutis.

Un descanso reparador reduce tu ansiedad, te levantas lleno de energía, lo que redunda en una insustituible dosis de salud para tu piel. Pero, ¿sabes cómo lograr que tu descanso sea efectivo? Toma nota de estos consejos:

  • Ventila adecuadamente el dormitorio para mantenerlo a una temperatura de entre 17 y 20º C. Agénciate un humidificador para que la humedad relativa esté entre el 40 y el 60 %.
  • Opta por los tejidos naturales como el algodón o la seda, lugar de los sintéticos, para permitir que tu piel respire adecuadamente.
  • Duerme boca arriba, ya que se ha demostrado que haciéndolo de lado la gravedad favorece la aparaición de las arrugas. Si tienes bolsas en los ojos emplea una almohada más alta que el resto del cuerpo.
  • Utiliza una leche limpiadora antes de acostarte para eliminar los restos de maquillaje, sudor, contaminación, células muertas o los microbios que abundan en nuestro cutis. De este modo, prevendrás que los poros se obstruyan y que los tejidos se ahoguen. Según los expertos, no hacerlo te suma, en una sola noche, 21 días de envejecimiento.
  • Aplica la leche realizando un ligero masaje mediante movimientos circulares. Siempre del centro hacia el exterior para estimular la circulación y el aprovechamiento del oxígeno y de los nutrientes. La frente, especialmente el nacimiento del cabello, la zona de la nariz y el cuello son las áreas en las que debes insistir para procurarte un reparto uniforme de la limpiadora.
  • Enjuágate con agua tibia y completa la limpieza con un tónico que descongestione e hidrate. El Agua de rosas o los tónicos a base de gérmen de trigo, bisabolol, azuleno, aloe vera o jojoba te ayudarán a retener la humedad para mantener tu piel más elástica y con un aspecto más joven.
  • Si posees celulitis aplicarte el anticelulítico con un masaje antes de acostarte te permitirá atajar el problema con mayor celeridad. Lo mismo ocurre con las patas de gallo o los tratamientos alisantes del rostro enriquecidos con colágeno o ácido glicólico. Su aprovechamiento nocturno te garantiza los mejores resultados.

Ahora ya lo sabes, el descanso nocturno, si es de calidad, te rejuvenece.