La madre cuando tiene al bebé en el vientre debe estar alimentada adecuadamente ya que esa alimentación la recibe el feto, en cuyo cuerpo se implanta el óvulo fertilizado. Es importante la buena alimentación de la madre, está debe estar en observación de un nutricionista y un ginecobstetra, que la supervisen durante todo el embarazo.

Durante los primeros meses del embarazo

Las náuseas y vómito matinales se deben a cambios hormonales, principalmente progesterona, pueden interferir en la ingestión adecuada de alimento. El embarazo aumenta las necesidades de calcio en un 60% y las de mayor parte de otros nutrientes, un 20%.

Las embarazadas deben ingerir diario un litro de leche, tres raciones de proteína y debe incluir también en su dieta frutas y verduras.

La madre en periodo de lactancia

La madre que amamanta a su bebé, necesita una muy buena Alimentación llena de nutrientes, se estima que necesita al día entre 600 y 900 calorías más que la mujer embarazada; la necesidad de nutrientes adicionales aumenta a medida que el niño crece y exige más alimento.

La dieta recomendable para las mujeres en lactancia, es esencialmente igual que la de las embarazadas y deben incluir suministros completos de leche y fuentes alternativas de calcio y proteínas. Las madres en lactancia necesitan mucho más líquidos, de ahí la importancia de prever la deshidratación que ocasiona dolor de cabeza.

Ventajas de la leche materna

Es un alimento natural completo en proteínas. Disponibilidad sin costo.

  • Pureza bacteriológica.
  • Adecuación porcentual en nutrientes.
  • Aporte de anticuerpos.

Aporta nutrientes tales como: proteínas, 10% en grasas, 50% de carbohidratos por lactoalbúmina, que es de más fácil digestión para el bebé. Las altas concentraciones de taurina y cistina de la leche materna están constituidas por ácidos grasos esenciales de absorción fácil.

En conclusión

Al alimentar a un bebé con leche materna le aportamos la cantidad adecuada de nutrientes, evitamos las infecciones intestinales por los ingredientes que tienen la leche materna, como lactoferrina, lisosoma, que impide el desarrollo y el crecimiento de bacterias en el intestino.

Hoy en día no se recomienda añadir alimentos antes de los siete meses, aparte de la leche maternal, a fin de evitar alergias posteriores, tal es el caso de dar agua de fríjol o huevos, esto altera la flora intestinal y puede ser en ocasiones fatal para el lactante.