La proximidad del otoño o de la primavera, los períodos de estrés prolongado o los cambios de champú son algunas de las causas de la irritación y el picor que caracterizan a un cuero cabelludo sensible. Como ves, puede tratarse de una molestia puntual o crónica. Si la padeces tengo varios consejos que darte y que quizás desconozcas. ¿Me acompañas?
Por qué sucede
Los expertos apuntan a 3 factores como responsables principales de la tirantez, el picor o el enrojecimiento en el nacimiento del cabello que alertan sobre la existencia de un cuero cabelludo sensible o alterado.
Nos referimos a un déficit en la capa protectora, al abuso o uso inadecuado de los productos de limpieza capilar y a una dieta pobre en vitaminas.
Las agresiones externas que suponen el viento, la contaminación ambiental, los cambios de champú o la alergia a alguno de sus ingredientes interfieren en la preservación de la humedad que el cuero cabelludo precisa para mantenerse saludable. Si tu cuero cabelludo está sensibilizado la renovación natural de la epidermis se acelerará y las células muertas o caspa resultantes serán más visibles.
Si eres de los que se limpia el pelo un día sí y otro también o recurres a los fijadores, espumas o geles que contienen alcohol, debes saber que estás sobreexponiendo a tu cuero cabelludo a constantes agresiones que inducen a la descamación y la irritación.
Una dieta baja en vitaminas y minerales y abusiva en grasas saturadas equivale a un exceso de sebo, que termina apagando y debilitando los tallos capilares.
Tips rápidos para decir adiós al picor
Si la sensación de tirantez o el picor en la cabeza no te dejan vivir, toma nota de estos sencillos consejos:
- Acostúmbrate a aclarar correctamente el cabello para asegurarte que has eliminado todas las impurezas y residuos. Hazlo con agua preferentemente fría para cerrar los poros y lucir un pelo más brillante.
- Aplícate un poco de Aceite de argán o de jojoba en el pelo con un ligero masaje antes de dormir. Por la mañana acláratelo con agua tibia y sécate con la ayuda de una toalla pequeña.
- Una vez por semana regálate un tratamiento intensivo utilizando para el aclarado final una infusión de caléndula, aloe vera, té verde o manzanilla y exfolia tu cuero cabelludo.
- Decántate por los champús sin sulfatos, enriquecidos con agentes calmantes como el aloe vera o el aceite de coco.
- Rechaza la coloración con parafenildiamina o resorcinol y apuesta por la orgánica a base de henna y aceites esenciales.
- Utiliza cepillos de cerdas naturales y modera los recogidos en los que el pelo permanezca tirante. Deja que respire.
- Controla el estrés y refúgiate en el contacto con la naturaleza, el ejercicio físico o el contacto con los tuyos.
- Prioriza el consumo de frutas, verduras, pescado azul o cereales integrales por su aporte en zinc, vitaminas del grupo B y ácidos grasos Omega 3.
- Hazte con un humidificador para prevenir la excesiva sequedad ambiental. Además, te beneficiará si padeces asma, dermatitis atópica o convives con bebés y ancianos.
Tanto si padeces la sensibilidad del cuero cabelludo como si no, ¿ya sabes en qué debes mejorar?