La reacción de las personas al escuchar diferentes sonidos nunca es igual. Pues somos entes diferentes en su totalidad, incluso nuestra disposición al entorno y al aprendizaje es distinta. Por ejemplo no a todos los seres humanos les molesta oír el ruido que se produce al masticar los alimentos, pero de un 100% de la población un 40% le puede resultar molesto.

¿Cómo reconocer si tienes problemas con el sonido?

Si reaccionas de manera negativa y algo alterada al escuchar pasar las uñas por una pizarra, al ruido que produce la deglución o el ruido que se hace al sorber, todo esto debe darte una idea de que tienes un problema de salud relacionado con el sonido.

Aunque pocos lo reconocen, siempre es bueno evaluarse uno mismo. Lo anterior te dará una idea para que analices si has pasado por estas alertas alguna vez.

¿Qué es la misofonía y que la produce?

Misofonía significa odio al sonido, las personas que la padecen no suelen alterarse con todos los ruidos, solamente reaccionan con algunos de ellos, como por ejemplo un caso sencillo es el de aquellas personas que no soportan el ruido de masticar los alimentos con la boca abierta.

Científicos como Powell y Margaret Jastreboff realizaron estudios para determinar la enfermedad, más fue hasta el 2010 que se reconoció como tal.

No se puede hablar de fobia al sonido porque no lo es, sus causas no son psicológicas, sino neurológicas. Debido a algún trauma sufrido o posibles trastornos neurológicos. La enfermedad no tiene edad específica, puede aparecer al final de la infancia o en la adolescencia. Lo que sí es seguro es que con el paso de los años empeorará la situación del afectado dándole inseguridad y algunas reacciones algo agresivas con el entorno.

Tratamientos pertinentes

Por lo difícil que es su diagnóstico y lo reciente de la enfermedad, no existe un tratamiento establecido que disminuya los síntomas de esta afección. Por ello se recomienda terapia psicológica para sobrellevar y mejorar el problema, está es la mejor consejo que se le da a aquellas personas que padecen de Misofonía.

Aconsejamos a todos estar alertas al masticar, ya que sin saberlo puede que tortures aquellos que son incapaces de reconocer que padecen de esta condición, colaboremos con nuestro entorno y ayudemos a salir del cascarón a esas personas que lo necesitan. Si logran darse cuenta que padecen de esta rara afección ya tienen la mitad del camino andado, van derecho al éxito y la solución del problema.