El 2018 nos trae una excelente alternativa en el ámbito de la medicina estética y antiedad. Se trata de la carboxiterapia, la aplicación médica del dióxido de carbono (CO2) en microinyecciones localizadas, a través de un equipo o pistola Injector que regula la dosis y el tiempo de aplicación.
La carboxiterapia está teniendo una gran acogida en su aplicación médico estética, en países como Estados Unidos, Italia o Brasil. Esta terapia se originó en Francia, a principios de los años 30 del siglo XX; de la mano de un grupo de científicos del Instituto Médico de Investigación Cardiovascular de Royet.
Desde el año 2009 se han realizado varios estudios en la Universidad Northwestern de Illinois, en los Estados Unidos, que avalan los múltiples beneficios de esta terapia para la salud. Se ha probado su eficacia y seguridad para la piel en la erradicación de grasa. En Francia, un grupo de investigación de científicos de la Facultad de Medicina de Clermont proporcionaron en sus estudios evidencias de que la carboxiterapia estimula la circulación de la sangre.
Beneficios y aplicaciones de CO2 en la medicina estética
- Estimula la oxigenación del organismo. Las células necesitan oxígeno para vivir. Cuanto mayor sea el aporte de oxígeno en nuestras células mayor calidad de vida. Una piel oxigenada es una piel sana.
- Mejora la microcirculación de los vasos sanguíneos capilares, lo que permite rejuvenecer la piel y mejorar estados como la celulitis o grasas localizadas. Su uso en Medicina Estética está muy extendido; adonde se emplea también como tratamiento contra la flacidez, las ojeras, cicatrices, y el acné, entre otros.
- Estimula la circulación y ayuda en problemas venosos y vasculares, por lo que se aplica también en medicina estética para el tratamiento de las arañitas vasculares, y en pacientes con problemas de piel, como psoriasis.
Contraindicaciones para la salud
A pesar de que se ha avanzado mucho en su estudio y mejoramiento desde su desarrollo el siglo pasado, la carboxiterapia todavía tiene algunas contraindicaciones, pues sus efectos podrían causar trastornos en personas con un cuadro hepático relevante, o con problemas respiratorios como asma.
Las personas con problemas renales y cardíacos también están contraindicadas para la aplicación de esta terapia. Tampoco pueden aplicársela enfermos de cáncer, mujeres embarazadas o pacientes con alguna infección.
La aplicación de las inyecciones en la zona tratada puede resultar dolorosa, en algunos casos. Algunas personas tienen sensaciones como adormecimiento, hormigueos, o sensación de calor-frío, después de la sesión.
En algunos pacientes con circulación pobre han aparecido hematomas en la piel y en el peor de los casos, podría haber infección subcutánea.
A pesar de ello, la carboxiterapia es una gran promesa para la medicina estética actual que está apostando fuerte por ella como su herramienta más eficaz de anti-envejecimiento. Los médicos recomiendan hacer una evaluación inicial, y realizar de dos a tres sesiones semanales de 30 minutos, hasta completar un total de 18 a 20 sesiones.