El pasado 21 de Enero, Nueva Zelanda se unió a la carrera por la conquista del espacio con el lanzamiento de su primer cohete, cuyo cargamento consiste en tres satélites comerciales. Uno de esos satélites, sin embargo, llevaba a cuestas un cargamento extra, se trata de una esfera geodésica, de un metro de diámetro aproximadamente. Construida con fibra de carbono y muestra 65 facetas altamente reflectantes. La esfera fue lanzada en órbita en secreto.

Son muchas las cuestiones que se plantean con este inusitado lanzamiento de Nueva Zelanda. La empresa que ha construido los satélites, Rocket Lab, afirma que Humanity Star como se ha bautizado a la esfera, ha sido lanzada al espacio con el propósito de permanecer allá arriba durante nueve meses, como una obra de Arte, la primera en la historia de los lanzamientos al espacio.

La polémica esfera secreta

El cargamento de los satélites permaneció en absoluto secreto hasta la semana pasada, cuando fue dada a conocer por el portavoz de la agencia, cuando la esfera ya se hallaba en órbita alrededor de la Tierra. Su creador Peter Beck artista y empresario, se propone atraer las miradas de los seres humanos hacia el espacio, atraídas por el reflejo lejano de Humanity Star y crear en los observadores una consciencia de nuestro lugar en el Universo.

Por supuesto, que su propuesta no ha sido aceptada con agrado por gran parte de la comunidad científica, que consideran inútil dicho lanzamiento y en el peor de los casos, innecesaria basura espacial.

Durante los próximos nueve meses, Humanity Star será el objeto más brillante alrededor de la órbita de la Tierra, y muchos científicos de la NASA y otras agencias espaciales consideran que puede ser un estorbo para los satélites de observación que ya se encuentran orbitando nuestra atmósfera.

Beck ha recibido muchas críticas sobre su proyecto, ante las cuales el artista responde con estoicismo y asegura que las agencias espaciales fueron informadas con anticipación.

El arte en el espacio exterior

La idea de lanzar al espacio representaciones de nuestra cultura humana no es realmente algo nuevo. En 2008, la NASA envió al espacio en dirección a la Estrella Polar, a 431 años luz de distancia de la tierra, una señal de radio con la canción de los Beatles, Across the universo, a través de una antena de 70 metros de diámetro.

La idea era celebrar los 50 años de vida de la agencia espacial al mismo tiempo que esta canción del legendario grupo, una ocasión muy oportuna.

Otro proyecto artístico será lanzado al espacio en abril próximo, se trata del Orbitol Reflector del artista y geógrafo Trevor Paglen, quien ya en 2012 había lanzado al espacio The Last Pictures.

En esta ocasión se trata de una escultura que será liberada al espacio desde el satélite que la transporta, una vez que alcance una altitud de 535 km. La escultura se abrirá y se hinchará como un globo, con la forma de un diamante estilizado de unos 30 mts. de longitud.

Las propuestas de estos artistas lejos de constituir desperdicio espacial, están encaminadas a crear una nueva consciencia del lugar que ocupa el ser humano en el mapa espacial y expandir nuestra visión de la naturaleza integrándonos en el cosmos.