Las transformaciones laborales que surgen tras la implantación de Internet implican una nueva revolución industrial que afecta significativamente a la sociedad actual y, aún más, en el futuro a las nuevas generaciones que tienen que afrontar los cambios resultado de estas interacciones en el marco del trabajo. La cuarta revolución industrial conlleva repercusiones y cambios importantes respecto a las otras revoluciones industriales anteriores.

Gregorio Martín, matemático, sostiene que la cuarta revolución industrial no es solo digitalización es, además, una serie de avances científicos en el campo de la biotecnología y de la medicina entre otras disciplinas.

"Es la explosión de la sociedad del conocimiento", precisa. El concepto de trabajo es una actividad económica que puede dar como "resultado vivir de ella o no vivir de ella. Se ha de distinguir entre trabajo y empelo. El concepto de trabajo ergo empleo tiene doscientos años; nace con la enciclopedia de Diderot".

El concepto surge con la primera revolución industrial y, a grandes, rasgos se identifica el empelo "con la forma de ganarse la vida", explica el matemático. "Hemos de estar preparados para que otra revolución, otro salto en la sociedad del conocimiento haga desaparecer, cambiar radicalmente, el concepto de empelo que hemos venido manejando hasta ahora".

Digitalización

"Sobre el formato digital hay seis áreas del conocimiento de la ingeniería; la automática, las comunicaciones, el hardware, el software 1 (programar) y el software 2 (algoritmos próximos a la inteligencia artificial) y la robótica que es la capacidad de interaccionar con elementos mecánicos", indica el matemático.

"Estas seis ingenierías han interaccionado entre ellas y han dado unos resultados maravillosos", señala.

En paralelo hay unos procesos sociales consistentes en "un lenguaje universal, una memoria barata, absolutamente a disposición de todos, con una capacidad de procesamiento enorme, así como la ubicuidad y la movilidad que produce", afirma Martín.

A ello, añade el cruce con todas las áreas del conocimiento "como la genética o las finadazas. Y, finalmente, el cruce de lo digital con lo físico como, por ejemplo, los vestidos inteligentes". "Esto es un desarrollo que se ha dado fuera de Europa", indica el matemático.

Por otra parte, el sociólogo, Fausto Miguélez, afirma que desde 2013 el mundo debate sobre "si la cuarta revolución acabará con los empleos".

Las revoluciones industriales que configuran la Economía determinan que las características del trabajo conlleva que "una gran mayoría de gente tiene un trabajo relativamente estable para toda la vida y, efectivamente, esa forma de trabajar influye en la forma de vida ligada a la política o la residencia".

El sociólogo señala que la tecnología y el trabajo cambian "radicalmente" la forma de vivir y de trabajar "si lo comparamos con la anterior revolución industrial". Desde los ochenta se "está desarbolando una nueva economía que llamamos economía digital o del conocimiento pero que, en cierta manera, es la nueva revolución que, sin embargo, manera, no elimina a las anteriores sino que se sobrepone", puntualiza.

Economía digital

Minguélez apunta que en términos de trabajo hay "una capa de población" que está en la economía digital "sea como asalariado o trabajador independiente al tiempo que quedan reminiscencias que pueden ser muy amplias de las formas de trabajo anteriores". "La mayoría de trabajos de la nueva economía son técnicos y profesionales y los que se han destruido son de la economía tradicional", apostilla.