El economista, Antón Costas, señala que la "crisis de los últimos años"; podría ser la crisis financiera del 2008 o, en un sentido más actual, "los temores que vienen del hecho de que nuestras economías han vuelto al crecimiento pero hay un fuerte malestar social". Por tanto, seguimos en crisis aunque la Economía "se haya recuperado de acuerdo con el indicador habitual que utilizamos que es el PIB (Producto Interior Bruto)". "Eso ha retornado la recuperación pero el progreso social para el conjunto de la sociedad no ha llegado", recalca.

"¿Qué influencia puede estar teniendo Internet en el hecho de que haya crecimiento pero que no haya progreso social?", se pregunta el economista.

Es un debate "muy vivo que va por dos vías; una de ellas es el cuestionamiento de si esta economía digital está destruyendo más empleos de los que crea"

Por tanto - sostiene el economista- "estaría dando lugar a lo que en los años treinta se llamó el paro tecnológico; esa enfermedad derivada de que la destrucción de empleo que crea una nueva tecnología y es más intensa que la capacidad para crear nuevos puestos de trabajo".

En esta línea, el economista apunta que la diferencia entre los puestos que se destruyen y los que se crean da lugar al paro tecnológico. "¿Esta provocando paro la tecnología digital?", se cuestiona Antón.

Por otra parte, alude a los salarios. La recuperación económica "no trae aumento de salarios" y el economista se pregunta si tendrá "algo que ver la economía digital con esa no subida de los salarios".

La economía digital agrupa a un tipo de "actividades que se beneficiaron durante los últimos treinta años de un cierto clima de entusiasmo y hasta de tolerancia hacia ellas porque las veíamos como elementos disruptores en un mundo donde el resto de economías parecían muy anquilosadas", subraya Antón.

Sin embargo, aquellos pequeños disruptores "en muchos casos hoy se han transformado en grandes monopolios como Google o Amazon"; por lo tanto estamos asistiendo a lo que, en general, ha sucedido en todas las nuevas tecnologías a lo largo de la historia", explica el economista.

Asimismo, aclara su idea indicando que las economías tienen "un momento de auge inicial y después llega un momento de ciertos desencantos".

No se puede denunciar a Google

Las empresas tecnológicas han traído "algún tipo de innovación necesariamente", afirma el economista; eso lo doy por hecho aunque habría que "descender un poco más para ver en que consiste esas innovación que se refleja en la productividad de la economía".

"Me sorprende el elevadísimo nivel de beneficios que tienen en contrapartida con otro tipo de empresas", lamenta.

Estas empresas son "tan rentables" porque viven, en general, en un "mundo legal paralelo al del resto de la economía", explica Antón. Cita como ejemplo que no se puede denunciar a Google por el daño que haya podido causar "algún tipo de contenido que sea un ataque a la falsedad o al honor. Hay una ley del año 98 de Clinton que les da inmunidad. Esto es una subvención implícita que tienen esas empresa porque no han de hacer frente de ser responsables a lo que están vendiendo".

"Ellos pueden actuar en el marco legal laboral con una flexibilidad que no tiene el resto de la economía y estas compañías dan servicios sin pagarlos; ¿Cómo es posible?", insiste Antón.

"Estas empresas no cobran por estos servicios porque, sencillamente, eres mercancía". Asimismo, señala que no tienen costes "como los demás, tienen una legislación laxa y esclavos digitales porque les damos toda la información y eso empieza a explicar los elevados beneficios de estas compañías"·