El Alzheimer es hoy por hoy la enfermedad neurodegenerativa más frecuente y que afecta cada vez a un número mayor de la población.
Se trata de una enfermedad que degenera las conexiones neuronales, lo que impide al enfermo recordar su propia historia, utilizar elementos cotidianos, orientarse y en definitiva mantener su autonomía.
La vida junto a un enfermo de Alzheimer.
"alzheimer" es sin duda un diagnóstico demoledor. La persona afectada suele pasar por una fase de negación. y en muchas ocasiones intenta ocultar o negar los síntomas.
La enfermedad tiene también sus propias fases:
Fase temprana o leve: La persona empieza a manifestar los primeros síntomas.
Pueden parecer olvidos benignos pero poco a poco se hace manifiesto que no se trata de confusiones fruto de un despiste momentáneo. Sus habilidades sociales se deprimen y su personalidad cambia es más agresiva, hosca. Le cuesta comunicarse y se muestra decaída.
Fase moderada: Los olvidos no solo afectan a los recuerdos pasados. Ahora también la memoria reciente se está viendo afectada. Presenta desorientación espacial, dificultad para hacer cálculos mentales. El lenguaje se ve afectado.
Fase severa: En este estadio de la enfermedad, la persona prácticamente no recuerda nombres, acontecimientos importantes ni la mayor parte de su historia. Le cuesta reconocer a sus familiares cercanos. Pierde funciones motoras y presenta incontinencia.
Sin cura a la vista, la mejor arma es la prevención
Hoy por hoy, por desgracia el Alzheimer es una enfermedad que no tiene cura, pero los expertos aseguran que la prevención es la mejor herramienta para una menor incidencia de la enfermedad.
Asociaciones como AECA (situada en la Comunidad Valenciana) llevan a cabo actividades y talleres que estimulan a través del ajedrez las conexiones neuronales de personas afectadas de esta enfermedad en centros de atención a enfermos de Alzheimer y otras demencias (AFAO) consiguiendo buenos resultados que ya se están comenzando a implementar en otros centros y municipios.
El ejercicio mental y la estimulación a través del cálculo matemático, el pensamiento abstracto, la empatía, la estrategia y la memoria son excelentes terapias que se aúnan en este deporte y que debidamente adaptados a las características de los usuarios permite frenar el proceso de degeneración e incluso recuperar algunas funciones (como la lectura, escritura, las series numéricas y el cálculo mental) y mantenerlas durante más tiempo.
Este mismo trabajo aplicado a personas sanas en edad adulta permite ejercitar el cerebro, gimnasia mental que hoy por hoy es uno de los indicativos de una menor probabilidad de presentar la enfermedad en el futuro.