Llega el buen tiempo y con él aumentan las escapadas al campo y los fines de semana en la naturaleza. Lo más habitual es que echemos todo el día y una parte fundamental será organizar la comida. A la hora de organizar un picnic, es muy importante que tengamos en cuenta una serie de aspectos para reducir nuestro impacto en el medio ambiente y, al mismo tiempo, llevar a cabo actos sencillos pero que no sean dañinos para nuestra salud. A continuación presentamos unos pequeños tips que asegurarán que nuestras incursiones en la naturaleza sean saludables y responsables al mismo tiempo:
1. No envolver la comida con papel film o aluminio
Estos envoltorios son muy contaminantes y su uso puede suponer un verdadero peligro para la salud.
El uso de papel de aluminio para envolver los alimentos hace que estos adquieran partículas de este metal que ingerimos de forma automática al comerlos. El aluminio es un metal que no es natural en nuestro organismo y esto provoca que sea muy difícil de eliminar. De hecho, estudios recientes han relacionado la presencia del aluminio en el cuerpo humano con enfermedades del sistema nervioso como el alzheimer, por lo que deberemos evitar su uso en los alimentos.
En el caso del papel film sucede algo parecido pero con el plástico. El uso de este tipo de envoltorios puede contaminar la comida con las moléculas del plástico, que son muy resistentes y difíciles de eliminar del cuerpo cuando estas han penetrado en él.
La mejor solución cuando se trata de envolver los alimentos es hacerlo con papel encerado o, en caso de no disponer de él, usar servilletas de papel.
2. Transportar los alimentos en recipientes reutilizables
La mayoría de los recipientes y envoltorios están fabricados de materiales difíciles de descomponer. Por ello, para evitar que se incremente la producción de residuos contaminantes sólidos, la mejor opción es usar recipientes que puedan ser reutilizados de manera continua.
Además, aunque su compra sea algo más cara al principio, tras varios usos se amortizará su adquisición y se podrá ahorrar dinero.
3. Llevar el agua u otras bebidas en cantimploras
Las botellas de plástico desechables contaminan los líquidos que contienen, especialmente cuando se almacenan a plena luz. A esto hay que sumarle el hecho de que se trata de materiales contaminantes que, si no se reciclan, tardan cientos de años en descomponerse.
La mejor solución para transportar el agua que vamos a llevar al picnic es adquirir cantimploras que se puedan reutilizar y rellenar en casa y que estén fabricadas en materiales muy resistentes y aptos para el uso alimentario —es fundamental evitar las cantimploras fabricadas en aluminio y plásticos poco estables pero sí que se pueden usar las que cuyo interior está realizado en siliconas de uso alimentario—.
4. Evitar las porciones individuales
De acuerdo que son muy cómodas de transportar. Sin embargo, su uso conlleva la generación de más residuos que las porciones grandes que tienen que ser cortadas o divididas para su consumo. Aunque los residuos de las porciones individuales se reciclen, su primera fabricación y su posterior reciclado conllevará un mayor consumo energético y una mayor huella de CO2, por lo que lo mejor que podemos hacer es escoger los alimentos que son comercializados en porciones grandes o sin envoltorios.
5. Llevar una bolsa para la basura
Quizás, lo más importante para ser responsables cuando se va al campo de picnic es dejar el entorno igual de limpio que como se encontró.
Para ello, desde el principio de la excursión, habrá que escoger una bolsa de basura donde se irán depositando todos los desperdicios —lo mejor será contar con una bolsa para desperdicios orgánicos y otra para los envases y plásticos, pero si no se quiere cargar con dos bolsas se podrá separar la basura al volver a casa—.