Reiki es una técnica de curación que se basa en la canalización de energía a través de las manos y está reconocida como Terapia Alternativa por la Organización Mundial de la Salud.
Su origen se sitúa en Japón a finales del siglo XIX y su fundador, Mikao Usui, transmitió la forma de canalizar la energía que se trabaja con Reiki y que todos podemos utilizar para nuestro beneficio.
La técnica consiste en la aplicación de las manos en los centros energéticos llamados chakras, así como en las zonas donde hay dolor o malestar. Estos centros energéticos están directamente conectados con órganos y glándulas del cuerpo, de manera que con la energía Reiki se refuerza la propia energía del cuerpo, ayudando a recuperar su estado de armonía y bienestar.
A través de la transmisión de la energía vital universal, que está presente en todos los seres vivos, el organismo reacciona y consigue activar sus propios mecanismos de autosanación. Reiki activa los sistemas naturales del organismo para lograr el equilibrio y favorece la reacción del sistema inmunitario.
Una de las características más extraordinarias de Reiki es la ausencia de contraindicaciones para el receptor.
Los resultados de la terapia puedes ser espectaculares a corto plazo o más graduales en el tiempo. En cualquier caso, el receptor siempre va a notar una mejoría en sus niveles de ansiedad, porque las sesiones continuadas de Reiki logran un estado de relajación y aportan un mayor bienestar psíquico. De esta forma, es una técnica excelente para tratar la ansiedad, el estrés o la depresión.
Reiki también es una excelente terapia complementaria para aquellas personas que están sometidas a tratamientos agresivos o sufran Enfermedades graves y dolencias crónicas.
El ámbito de actuación de Reiki es muy amplio, como están demostrando las investigaciones que se realizan sobre su práctica a lo largo y ancho del planeta en diversos organismos e instituciones.
Un caso interesante de investigación es el que ha realizado la Universidad Autónoma de Madrid con 150 mujeres diagnosticadas con fibromialgia. Todas ellas recibieron una sesión semanal de Reiki a lo largo de un mes y los resultados fueron efectivos, ya que reportaron una disminución del dolor y de la fatiga física.
Una de las grandezas de Reiki es que es compatible y complementario con cualquier tipo de tratamiento, ya sea alopático o natural. En todos los casos resulta de gran utilidad, porque es una terapia que aporta paz y fortaleza para asumir la enfermedad.