La grasa que se acumula en nuestra zona abdominal además de resultar antiestética representa un peligro para nuestra salud.
Con la edad cada vez resulta más difícil eliminarla, por eso os traemos unos trucos sencillos que en nuestra opinión se pueden seguir día a día, sin caer bajo la dictadura de la dieta estricta y el ejercicio excesivo. Esto no significa que no tengamos que seguir una dieta saludable y realizar ejercicio moderado.
- De nuestra alimentación depende el 80% de las posibilidades de reducir la grasa del abdomen. Debemos seguir una dieta sana y equilibrada, rica en frutas y verduras, suficiente en proteínas y escasa, aunque sin eliminarlos, en grasas e hidratos de carbono.
- Hacer ejercicio regularmente. El sedentarismo es el peor enemigo de un vientre plano. En concreto para la zona abdominal se recomienda realizar ejercicios moderados alternando con picos de intensidad e incluir entrenamientos de fuerza.
- Beber mucha agua. Entre uno y dos litros de agua, sin contar infusiones, han de ser tomados diariamente.
- Repartir la ingesta de Alimentos diarios en un mayor número de comidas de menor cantidad. Espaciar mucho la toma de alimentos incrementa la sensación de hambre, por lo que en la siguiente comida la percepción de saciedad tardará más en producirse y se tomará mayor cantidad de alimentos.
- Reducir el consumo de azúcar. Evitar, sobre todo, cualquier tipo de bollería industrial y dulces, y reducir lo máximo posible la ingesta de pan.
- Reducir la cantidad de sal en la dieta. Para dar sabor a los platos se puede optar por múltiples especias, sal marina o baja en sodio o limón.
- Incrementar la cantidad de vitamina C, que es uno de los agentes que producen la secreción de L-Carnitina, molécula encargada de la quema de grasas. El cuerpo humano no puede producir por sí mismo dicha vitamina, por lo que ha de ser ingerida a través de los alimentos. Se encuentra principalmente en cítricos y, en menor medida, en la carne.
- Dormir suficientemente. En adultos se recomienda un descanso diario de alrededor de 8 horas. Dormir de menos o de más promueve la producción de hormonas responsables del almacenamiento de grasas.
- Reducir el estrés. Una de las hormonas mencionadas en el punto anterior, el cortisol, se genera en mayor medida bajo situaciones de estrés. Rebajando el nivel de estrés rebajamos también la acumulación de grasas.
Estos sencillos consejos ayudarán, sin lugar a dudas, a reducir la grasa del abdomen pero no hemos de olvidar que para eliminarla totalmente tendremos que hablar de ejercicios específicos y de mayor intensidad y de seguir una dieta más concreta. De ambos aspectos hablaremos en próximos artículos.