Durante tres días de infarto de este mes de mayo en la ciudad de Ceuta han irrumpido cerca de 8.000 inmigrantes procedentes de Marruecos en avalancha superando las vallas fronterizas especialmente en los alrededores de la zona del Tarajal donde está una de las dos fronteras con Marruecos. La segunda se encuentra en el barrio de Benzú,
La Policía Nacional y la Guardia Civil se han visto superadas por lo masivo de la irrupción y las tropas acantonadas en la ciudad autónoma han tenido que desplegarse en la frontera para contener la avalancha masiva de inmigrantes.
Una muchedumbre nunca vista en las múltiples ocasiones que inmigrantes han logrado forzar las vallas fronterizas de esta ciudad y la de Melilla en busca de alcanzar el "sueño europeo".
Alerta en la COMGECEU y despliegue en la frontera
Fue la noche del lunes 17 cuando se dispara la alarma por una invasión masiva de inmigrantes subsaharianos y naturales de Marruecos que tratan de penetrar la frontera española en Ceuta por el espolón del Tarajal. Las unidades de Policía Nacional y Guardia Civil presentes en la zona pronto se ven desbordadas por la intensidad de la afluencia, claramente consentida por las autoridades marroquíes.
Consecuencia de este desbordamiento que el gobierno de la ciudad autónoma pide asistencia a la Comandancia General de Ceuta (COMGECEU), que despliega en la frontera hasta 800 efectivos de sus unidades mas señeras: el Tercio 'Duque de Alba' 2º de la Legión y el Grupo de Regulares 54, además de la compañía de Policía Militar asignada al batallón del Cuartel General de la COMGECEU.
El resto de unidades de la guarnición, unos 3.500 efectivos en total que incluyen caballería, artillería, ingenieros y logística, queda en la reserva.
Son efectivos de la Legión los que llegan a la playa del Tarajal equipados con cuatro blindados BMR que se despliegan en la arena delante de los inmigrantes que tratan de superar el espigón.
Su aparición con equipo de combate completo: casco, chaleco y como armamento porras antimotines, aunque algunos portan su fusil individual a la espalda. Supone una inyección de moral para las escasas unidades de Policía y Guardia Civil y un choque intimidatorio para las oleadas de inmigrantes.
Se han vivido momentos bonitos como el de la voluntaria de la Cruz Roja
Los inmigrantes son rápidamente rodeados y controlados en grupos sobre la arena, tras atender a heridos o afectados por hipotermia. De hecho dos personas fallecieron por ahogamiento en los primeros días de la crisis. Los inmigrantes son conducidos a la puerta de la verja de Tarajal y con ello de vuelta directa a Marruecos. Esta es una medida que se ejerce con firmeza pues legionarios y regulares inmovilizan al que se muestre agresivo y junto a policías y guardias civiles los dirigen en fila directamente a la puerta. Por esta firmeza 2.500 inmigrantes son devueltos a Marruecos el primer día, martes 18, y otros 4.100 en los días siguientes, muchos de ellos vuelven voluntariamente al no encontrar en Ceuta ese "sueño europeo" tan anhelado.
Ahora bien junto a la firmeza se han vivido ejemplos de humanidad muy gratificantes en este duro episodio: como el militar que consoló a un niño recién sacado del mar, la voluntaria de la Cruz Roja que abrazó a un inmigrante desesperado y sufrió luego un acoso repudiable por parte de elementos xenófobos en las redes sociales o el Guardia Civil que rescató a un bebé y su madre de morir ahogados frente a la playa.
Apaciguamiento de la crisis
A cinco días de su inicio, la crisis parece haberse haberse atenuado pues no han habido nuevas avalanchas en la frontera ceutí. La mayor parte de inmigrantes que entraron ilegalmente han sido devueltos y la Policía de Marruecos ha vuelto a su tarea y rechazado con contundencia nuevas avalanchas a su lado de la frontera.
A constar que los dos primeros días de la avalancha, 17 y 18 de mayo, la policía marroquí no solo no impidió estos avances. Salvo por unos intentos de entrada en la frontera de Melilla, repelidos pues solo 30 de un total estimado de 800 inmigrantes lograron pasar la valla, la situación aparenta volver a la normalidad.
La crisis migratoria ha enfriado las relaciones entre España y Marruecos
Con todo, la causa pretextada por Marruecos para esta avalancha, el internamiento en un hospital de Logroño de Brahinm Gali, líder del Frente Polisario, para tratarse de coronavirus sigue estando presente pues este continúa ingresado. Ahora bien, parece que con la inmigración descontrolada que Marruecos contiene en las fronteras de Melilla y Ceuta el gobierno de Rabat tiene la herramienta perfecta para presionar a España cuando cualquier política de nuestro país les incomode, sea el caso de Brahim Gali o cualquier otro motivo.
Por ello junto al apoyo de la UE, que ha cerrado filas con su país miembro en esta crisis, se ha podido dar apaciguamiento a una crisis migratoria que ha enfriado las relaciones diplomáticas entre ambos países.