El Gobierno publicó el viernes 16 de octubre el nuevo plan de presupuestos que llevará a pagar 6.847 millones de euros en 2021 y 2.323 millones en 2022 en criterio de caja. Los nuevos presupuestos ya se han enviado a Bruselas y con ellos se pretende que el año que viene los ingresos alcancen los 33.400 millones de euros.

Algunas de las medidas son las conocidas como "Tasa Google" y "Tasa Tobin". A los plásticos que solo tengan un uso también se les ha adjudicado un nuevo impuesto, así como a las bebidas azucaradas, las cuales sufrirán un incremento del IVA del 10 al 21%.

El IVA a los refrescos sube y genera polémica en las redes

El impuesto sobre los plásticos ha tenido buena acogida debido al propósito del Estado de reducir el impacto medioambiental; sin embargo, la subida del IVA a los refrescos se ha impuesto para que la gente adquiera hábitos de vida más saludables y disminuya la obesidad infantil.

Si bien esta medida ha sido considerada por muchas personas como una buena alternativa para dejar de consumir tantas bebidas azucaradas, hay otra parte del público que no está de acuerdo y opina que, si los refrescos son tan nocivos para la salud, lo que debería hacerse es prohibirlos directamente, no aumentar su coste para embolsar más. Esta medida preocupa sobre todo a los fabricantes y a la industria; en general, temen que el incremento del IVA afecte a las ventas aún más de lo que lo ha hecho la pandemia.

El precio de las bebidas tras el aumento del IVA

El COVID-19 ocasionó el cierre de muchos establecimientos de venta y consumo de bebidas, lo que provocó enormes pérdidas en el sector. Por ello, los fabricantes y demás trabajadores de la hostelería solicitaron que el precio de los refrescos bajara del 10 al 4% para así poder mitigar los daños que la economía sufrió en los meses de restricciones.

No obstante, a pesar de este reclamo, el nuevo tributo a las bebidas azucaradas salió adelante y asociaciones como FIAB y ANFABRA, que agrupan gran parte de las marcas de refrescos, califican esta medida de injusta y discriminatoria.

La Asociación Nacional de Fabricantes de Bebidas Refrescantes es consciente del varapalo que va a suponer la subida del IVA para las fábricas de refrescos, que abonan más de 500 millones de euros al año en impuestos, y para aquellos consumidores cuyas rentas son más bajas, pues pagar el nuevo precio de las bebidas repercutirá aún más sobre su economía, provocando incluso que tengan que dejar de comprarlas.

Para conocer cuánto costarán a partir de ahora los refrescos, hay que leer el tuit de Antonio Rodríguez Estrada, responsable de la plataforma sinAzucar.org. Este señor ha demostrado el aumento del precio de las bebidas azucaradas compartiendo una imagen de una lata de Coca Cola en la que aparece lo que costaba hasta ahora y lo que costará tras el incremento del IVA del 10 al 21%. El coste anterior de una lata de Coca Cola era de 0,65 céntimos de euro y a partir de ahora valdrá 0,71. Esto supone un aumento de 0,06 euros.

Como la mayoría de los refrescos cuestan lo mismo, el aumento de su precio será parecido al de la Coca Cola.

Las bebidas que subirán más serán las que hasta el momento eran más caras, como el Red Bull. Si antes del aumento del IVA una lata de Red Bull costaba 1,29 euros, con el nuevo IVA costará 1,41.

Los refrescos costarán más por salud o por ideología del Gobierno

El Gobierno aboga porque las personas lleven unos hábitos de vida más saludables, de ahí que haya decidido incrementar el IVA a los refrescos. Sin embargo, hay otras bebidas azucaradas también que no han sufrido esta subida de precio, como es el caso de los batidos y los zumos.

Conociendo este dato, el sector hostelero piensa que la medida carece de validez científica, pues si el azúcar es malo en un refresco, debería serlo también en un zumo, y ha considerado la subida de precio solo a los refrescos como un ataque, por parte del Gobierno, a las bebidas fabricadas por multinacionales americanas.