Una pancarta colocada en el Palau de la Generalitat en apoyo de los políticos nacionalistas condenados por sedición en período electoral y que tras ser advertido que debía ser retirado, y el mismo Torra como President de la Generalitat negó su retirada admitiendo que estaba cometiendo un delito de desobediencia, ha sido la causa por la que el Tribunal Supremo ha inhabilitado por unanimidad para todo cargo público a Quim Torra, el cual cesa de inmediato en su cargo de President de la Generalitat al considerar firme la sentencia desde su publicación.
Esta inhabilitación fuerza a Torra ha abandonar sus funciones de inmediato y deja vacante el puesto de President que previsiblemente será asumido por el vicepresidente Pere Aragonés, pero que lo asumiría de forma interina y con poderes muy limitados, de hecho de tomar posesión no seria como President de la Generalitat sino como "vicepresidente encargado de la presidencia", no podría ni firmar decretos ni leyes ni convocar elecciones, solo ocuparse de las tareas administrativas cotidianas y solo durante el tiempo exclusivamente necesario a que un nuevo presidente sea elegido por el Parlament.
Hay que constar que como aferrándose a un clavo ardiendo el mismo Torra ha recurrido al Tribunal Constitucional que suspenda "inmediatamente" su inhabilitación hasta que los recursos presentados por su letrado, el chileno y antiguo terrorista Gonzalo Boyé, sean sentenciados por el tribunal, con la idea que si son rechazados se recurrirá a Estrasburgo.
Reacciones a la inhablitación de Torra
Nadie que haya seguido la política española los últimos tiempos podría ignorar la abierta hostilidad de Quim Torra al ordenamiento constitucional y sus ataques a la monarquía parlamentaria, junto a su desobediencia manifiesta a las decisiones judiciales, de hecho la sentencia que lo inhabilita es un recurso presentado ante el supremo pues el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ya lo condenó en el mismo sentido.
Por ello su inhabilitación no ha chocado especialmente en el tablero político nacional, PP y VOX la han celebrado y se han atribuido el mérito de la misma, Ciudadanos ha recordado que también ellos recurrieron al Suprema la inhabilitación de Torra y solo los partidos nacionalistas y de izquierdas se han opuesto vivamente a la sentencia de forma bastante furibunda habida cuenta de algunas declaraciones.
De hecho la inhabilitación provocó una serie de disturbios de cierta entidad en Barcelona acaudillados por los Comités de Defensa de la República, CDR, que incluyeron el lanzamiento de objetos a los "Mossos de Esquadra", quema de contenedores e incluso el llamativo lanzamiento de cabezas de cerdo ataviadas con telas negras en imitación de togas a los policías en crítica a los magistrados del Supremo. Con todo los incidentes callejeros no fueron ni más graves ni más violentos que otros acontecidos en circunstancias análogas dentro del llamado "procés de independencia de Catalunya" y fueron rápidamente sofocados por la policía.
Incógnitas electorales y presupuestarias
Lo cierto es que aunque no inesperada deja en el aire varias incógnitas en la política española del momento: la primera la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para los que el PSOE de Pedro Sánchez necesita del apoyo de los partidos nacionalistas que han sostenido a Quim Torra, aunque el principal socio externo de este, ERC, ya ha declarado que no se niega a esa negociación y que "sabe negociar bajo presión".
Unas curiosas declaraciones que pueden hacer pensar que para ERC Torra es ya un presidente amortizado, sin contar que la posibilidad de atraerse a Ciudadanos a esa negociación y posible aprobación sigue sobre la mesa aunque aún no se haya concretado. Del mismo modo con Torra inhabilitado queda con mucho peso la incógnita sobre si podrá elegirse un nuevo "President" por el actual parlamento, los nacionalistas no parecen animados en presentar ningún candidato alternativo y la oposición carece de mayoría suficiente para presentar un candidato de consenso.
Alternativas electorales inmediatas
Todo apunta a unas nuevas elecciones autonómicas aunque la incógnita a despejar seria cuando, pues si bien PP, C´s y VOX las reclaman inmediatas, el PSOE se pone de perfil y los nacionalistas no presentan candidato podría ocurrir que al transcurrir el tiempo reglamentado para elegir presidente sin que haya candidato estas elecciones no tendrían lugar hasta el 7 de febrero como ya ha aventurado ERC.
Con todo todo hace pensar que aunque la situación gubernamental de Cataluña se aclare, o no, en un futuro inmediato o a medio plazo toda la tensión nacionalista y de abierto enfrentamiento contra el estado y el orden constitucional por parte de los partidos de corte separatista va a continuar en los próximos tiempos.