El primer ministro británico, Boris Johnson, consiguió sacar adelante su proyecto que modifica de forma unilateral el Brexit a pesar de las críticas que ha recibido por parte de miembros de su propio partido, de ex primeros ministros, como David Cameron o Theresa May y de la oposición. Contó con el apoyo de 340 diputados para asegurarse el derecho de modificar el acuerdo de Retirada del Brexit sobre Irlanda del Norte. Johnson asegura que esto no es sino una especie de póliza de seguro si Bruselas y Londres no llegan a ningún acuerdo sobre su relación a futuro antes del 31 de diciembre.
Johnson busca evitar una frontera aduanera en el país
Entre los argumentos que ha planteado Boris Johnson para defender su posición, está la de evitar que Irlanda del Norte quede separada comercialmente del resto del país, debido a que si esto sucede, se crearía una frontera aduanera entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Johnson plantea que Bruselas ha amenazado con vetar el comercio de productos agrícolas y alimentarios de Gran Bretaña en caso de que se llegue a un Brexit sin acuerdos, lo que crearía una prohibición de movilizar animales y productos agrícolas entre los dos países. Por eso la necesidad de poder modificar de forma unilateral las disposiciones que se han pactado previamente.
Una salvaguarda adicional en las negociaciones del Brexit
El primer ministro asegura que el protocolo para Irlanda del Norte suscrito el año pasado, está siendo utilizado por la Unión Europea como una forma de presionar a Gran Bretaña en las negociaciones que se han estado desarrollando. Por esto es necesario contar una protección adicional en caso de que se llegue a un Brexit sin acuerdos y Bruselas proceda a bloquear el comercio entre Irlanda del Norte y el Gran Bretaña.
El protocolo de Irlanda del Norte, firmado en octubre del año pasado, establece la implementación de controles de paso entre Irlanda del Norte y Escocia, Gales e Inglaterra, por lo que Johnson plantea la necesidad de reservarse el derecho de realizar modificaciones unilaterales de dicho protocolo, a pesar de las fuertes críticas que ha recibido.
Considera que al ser Irlanda del Norte parte del territorio aduanero del país, no se puede aceptar que otro país o institución impongan restricciones o medidas sobre las fronteras del Reino Unido y el comercio entre las diferentes regiones.
El Reino Unido puede perder su credibilidad
En el Partido Conservador han surgido críticas ante la propuesta de Boris Johnson, debido a que se considera que puede violar las leyes internacionales, restándole credibilidad al Reino Unido. Esto ha llevado a que algunos diputados conservadores amenacen con no apoyar la legislación y rebelarse en contra de su propio partido.
Sayid Javid, quien fue Ministro de Economía de Boris Johnson hasta febrero, afirmó que no puede entender por qué el Reino Unido tiene que violar la legislación internacional, debido a que siempre ha sido un país que ha respetado la legalidad.
Como una forma de aplacar los ánimos, el primer ministro Boris Johnson ha asegurado que someterá a consulta en el Parlamento cualquier propuesta y que activará todos los mecanismos de arbitraje previstos en caso de cualquier situación de conflicto que se pueda presentar, con el propósito de llegar a soluciones que sean tomadas en conjunto.