La posibilidad de que se produzca un nuevo confinamiento entre la población española para protegerse ante el Coronavirus es un hecho real que se plantea el gobierno de Pedro Sánchez. En este sentido, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha advertido respecto a un posible nuevo estado de alarma que “no Podemos descartar nada”.
Aunque ha matizado en sus declaraciones que en estos momentos “no hay ninguna previsión” sobre su aplicación tras los últimos repuntes en el virus infeccioso que se han producido en algunas áreas geográficas del país. Y que han llevado a la toma de medidas locales en sus respectivas comunidades autónomas, como por ejemplo en Catalunya y Galicia.
Salvador Illa ve normal que haya rebrotes en el coronavirus
El responsable de los asuntos sanitarios a nivel nacional también ha expresado que considera normal la aparición de estos brotes en la COVID-19. Siempre que sean detectados a tiempo y que es el escenario por el que está atravesando España en la evolución de la pandemia del coronavirus. Por otra parte, las declaraciones de la portavoz del gobierno español, María Jesús Montero, han ido también en el mismo sentido. Al indicar que las cosas siguen tan y como estaba previsto, pero se contemplan medidas más radicales si la evolución del coronavirus empeora en los próximos días.
Se ejecutaría si es recomendado por las autoridades sanitarias
María Jesús Montero ha admitido que un nuevo estado de alarma se implantaría si fuese recomendado por las autoridades sanitarias y el grupo de expertos que asesora al ejecutivo nacional.
Respecto a lo que está pasando con el rebrote de Lérida, la portavoz del gobierno ha declarado que “en estos mismos momentos la respuesta reside en la comunidad autónoma de Catalunya y seguimos en la tarea de coordinación". A la vez que agradece a la Generalitat de Catalunya por sus esfuerzos para contener la expansión del coronavirus.
Paralización de la economía española
La puesta en marcha de un estado de alarma en España supondría que los ciudadanos no podrían desplazarse a otras provincias ni a otras comunidades autónomas. Se trata del principal mecanismo que tiene el gobierno para limitar los movimientos de la población. Tal y como ocurrió en las últimas semanas de marzo, abril y casi todo el mes de mayo, que fue el peor momento en la pandemia de este virus que afecta a las vías respiratorias.
De todas formas, la aplicación del estado de alarma no es muy factible que se produzca en los meses de verano debido a que se paralizaría toda la actividad turística. De la que depende una gran parte la economía española y que tiene en estos meses su mayor pujanza por los desplazamientos, tanto de turistas nacionales como procedentes de otros países.