Se complican las cosas por momentos para el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos. La jueza, que lleva el caso por el 8M y su relación con la pandemia en España, ha dejado muy claro que si se comprueba que Pérez de los Cobos fue cesado en su puesto por querer obedecer a la magistrada, no dudará en actuar contra el Ministerio de Interior liderado por Marlaska.

La investigación llevada a cabo tiene como objetivo demostrar si el Gobierno liderado por el PSOE tuvo responsabilidades sobre los contagios

Hay que recordar que Marlaska destituyó durante el día de ayer al jefe de comandancia de la ciudad de Madrid por no dar ningún tipo de información a sus superiores sobre la entrega de un informe a la magistrada que se encarga del expediente contra el delegado del Gobierno por autorizar la manifestación del 8M.

La jueza había pedido la máxima discreción a la hora de llevar a cabo la entrega del mencionado informe.

La magistrada Carmen Rodríguez-Medel no tiene ningún problema a la hora de abrir una investigación a, nada más y nada menos, que al Ministerio de Interior, si se confirma que el coronel Pérez de los Cobos fue cesado de sus funciones por el mero hecho de obedecer las órdenes de la propia Carmen Rodríguez-Medel y no informar a sus mandos superiores sobre la investigación que estaba teniendo lugar contra el delegado del gobierno en Madrid que permitió la polémica manifestación del 8M, entre otros actos. Hay que recordar que varios medios han acusado al PSOE de seguir adelante con la manifestación feminista a pesar de ser consciente del peligro.

El caso de Pérez de los Cobos puede ser el gran escándalo del Gobierno entre el PSOE- Unidas Podemos

La jueza recordó al capitán al frente de la investigación que tiene que cumplir el deber de secreto en cualquier causa se veo reforzado en la presente por ser el único investigado un superior jerárquico por encima de él, casualmente, José Manuel Franco, actual delegado del Gobierno.

Así mismo, según informan fuentes cercanas al instituto armado, el capitán trasladó esa misma orden de la magistrada al coronel Pérez de los Cobos que ha sido cesado de sus funciones.

El Ministerio de Interior solo se ha limitado a asegurar, de manera pública, que Pérez de los Cobos fue cesado de su puesto por una “pérdida de confianza”, pero se ha publicado que el jefe de Comandancia de Madrid ha explicado a la directora del Cuerpo que el verdadero motivo había sido no informar de la entrega del susodicho informe de la Guardia Civil a la magistrada por la causa del Juzgado n.º 51 de la ciudad de Madrid.

Rodríguez-Medel es una vieja conocida para el PSOE

La jueza ya ha reaccionado con un auto en el que ha citado a declarar al investigado delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco y ha recordado a los agentes que forman parte del instituto armado que es a ella a la única persona a la que tienen que dar explicaciones sobre su labor. Es es el principal argumento de la magistrada: el deber de mantener el secreto por parte de los agentes que realizan funciones de policía judicial, en una carta que la propia jueza ha remitido a Rafael Pérez, secretario del área de Seguridad del Estado, una vez se hizo público la susodicha suspensión de Pérez de los Cobos.

Rodríguez-Medel es una vieja conocida para el PSOE: hija de un guardia civil, es considerada una magistrada conservadora que se ha encargado del caso del máster de Pablo Casado (PP) y estuvo a punto de dirigir la Benemérita.

Tanto en el Ministerio del Interior como el propio Marlaska (PSOE) saben perfectamente cómo trabaja y su profesionalidad nunca se ha puesto en duda (el pasado mes de enero, su nombre sonaba con mucha fuerza para ser la directora general de la Guardia Civil).

Su relación con la guardia civil es muy directa: es hija y hermana de un miembro de la misma y es considerada una mujer muy seria y rigurosa a la hora de llevar a cabo su trabajo. A lo largo de sus años de experiencia colocó contra las cuerdas al PP en dos ocasiones: la primera en el caso del máster de la ex-presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; y, la segunda, cuando fue capaz de acorralar a Pablo Casado por el caso máster.