Después de lo que ha sucedido durante el segundo intento de investidura de Pedro Sánchez, los medios señalan que no se llegará a un acuerdo. Esto provocará que si tuvieran lugar unas nuevas elecciones, estas costarían un total de 180 millones de euros, una cantidad muy alta en un país sin presupuestos desde hace un año y que lleva año y medio parado (desde la moción de censura, gracias al cual Pedro Sánchez logró ser Presidente del Gobierno y Mariano Rajoy salió por la puerta de atrás del Congreso de los Diputados).
La fecha de las nuevas elecciones sería el próximo 10 de noviembre, si no se llega a un acuerdo antes del 23 de septiembre
La investidura fallida del candidato socialista, Pedro Sánchez, la semana pasada, por la falta del apoyo de Unidas Podemos liderado por Pablo Iglesias ha puesto encima de la mesa la posibilidad que gana cada vez más posibilidades: que tengan lugar unas nuevas elecciones generales el próximo mes de noviembre, lo que implica una nueva campaña electoral a partir del mes de octubre. Preparar todo para que los ciudadanos pueda votar podría costar un total de 140 millones de euros, a los que habría que unir la cantidad de 42 millones por las subvenciones a las que tienen derechos los partidos políticos por cada escaño que tiene y cada voto recibido.
En el momento en que no salió adelante el primer intento de investidura de Pedro Sánchez se inició un plazo de dos meses para poder sacar adelante un acuerdo, antes de convocar unas nuevas elecciones. El Rey, entonces, tendría que organizar una serie de rondas de consultas y tendría que proponer a un candidato, si hay algún candidato.
La fecha límite para lograr este paso sería el próximo 23 de septiembre.
A la cifra de 140 millones de euros habría que sumar 42 millones de subvenciones a los que tienen derecho los partidos políticos
Pero, si no se consiguiera, habría que disolver las Cortes y los ciudadanos tendrían que volver a votar. Las elecciones tendrían lugar el próximo 10 de noviembre.
Y el coste elevado para el país sería muy elevado, mínimo, 140 millones de euros solo para preparar las papeletas, los colegios donde se votaría y las urnas, por supuesto.
A esa cantidad económica, que ya es importante de por sí, habría que sumar 42 millones de euros que irían dirigidos a cubrir las subvenciones a las que tienen derechos los partidos por cada escaño y por cada voto que hayan obtenido en las últimas elecciones generales. O sea, si se repiten las elecciones generales, el Estado tendrá que hacer frente a la cantidad de 180 millones de euros, una cantidad demasiada alta en la situación actual de la economía de España. Las críticas son numerosas.