En el Ayuntamiento de Barcelona, se encuentra colgado un lazo amarillo, que fue descolgado durante la noche por un grupo de jóvenes que se oponen al movimiento independentista catalán, utilizando un palo para tal fin, siendo recuperado y vuelto a colocar en su sitio horas más tarde.
Los de Artos, como se dan a conocer al grupo que retiró el lazo amarillo, han declarado que la acción fue tomada debido a que ni Quim Torra ni la Generalitat han querido cumplir con el requerimiento de la Junta Electoral. "Ellos que representan a la resistencia, sí lo harán", y realizan una invitación a que todos lo hagan en sus respectivas localidades.
El mismo grupo ha tratado de repetir la acción en otro lugar, el Palau de la Generalitat, pero no pudo concretar la acción.
Sin embargo, fuentes de la municipalidad han negado que el Ayuntamiento haya recibido algún tipo de requerimiento por parte de la Junta Electoral Central, en cuanto a que sea retirado el lazo amarillo de la fachada del edificio.
La recuperación del lazo amarillo
La llamada resistencia subió la acción realizada en un vídeo a su cuenta de Twitter, junto a otro vídeo subido posteriormente, en el que denuncian a la Guardia Urbana, y en donde se ve a un integrante de la Guardia intentando quitar el lazo del brazo de uno de los participantes del hecho, produciéndose un pequeño enfrentamiento hasta que el guardia logró recuperar el lazo.
Luego de ser recuperado el lazo amarillo, se realizó una acción conjunta entre los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana de la ciudad de Barcelona, para lograr la intensificación de las cinco personas que son las sospechosas de realizar el acto de quitar el lazo. Según la información suministrada por la municipalidad, el hecho ocurrió un poco antes de la medianoche, y los rebeldes no ocasionaron otros tipos de daño a edificio del Ayuntamiento.
Los requerimientos de la Junta Electoral
La Junta Electoral Central dio un plazo de 48 horas, que se cumplieron en la tarde del miércoles, al presidente de la Generalitat, para que fueran retirados los lazos amarillos y todos los símbolos políticos de las fachadas de los edificios públicos del Gobierno, así como también las banderas.
Quim Torra decidió no retirarlos de los edificios que dependen de la Generalitat, aduciendo que está defendiendo el derecho de los empleados públicos a la libertad de opinión.
Torra también criticó que la Junta Electoral no mantuviera la neutralidad, y que favorezca a los partidos que están realizando campañas para que se retiren este tipo de símbolos de las fachadas.
La decisión de la Junta Electoral de realizar el requerimiento se debió a una petición de Ciudadanos, quien protestó por que en los edificios públicos fuera exhibidos símbolos ideológicos, como el lazo amarillo, por parte de la Generalitat. Ciudadanos mencionó que el lazo es usado para recordar a los líderes de organizaciones políticas que se encuentran detenidos preventivamente.