Las polémicas no cesan para el secretario general de Podemos y la portavoz de la misma formación. La retirada de ambos políticos de la primera línea política durante más de dos meses tras el nacimiento de sus dos mellizos prematuros hizo que las aguas se calmaran tras las críticas por la compra de una casa de 600.000 euros a las afueras de Madrid, concretamente en Galapagar.

Pese a que el pasado mes de agosto los políticos fueron acosados con pintadas en su casa, unas pintadas que estuvieron reivindicadas presuntamente por grupos de extrema derecha y donde se podía leer "hay que echarlos".

Obtienen vigilancia 24 horas tras el último suceso desagradable

Ha sido ahora, dos meses después, cuando Irene Montero y Pablo Iglesias han visto incrementada la vigilancia en su vivienda debido a nuevos ataques, esta vez, sin identificar. Precisamente, la Guardia Civil de Galapagar tendrá que asistir las 24 horas la vivienda de los políticos. La intensa vigilancia se lleva desarrollando desde el pasado domingo. Un Guardia Civil vestido de paisano vigila la vivienda de los políticos en un coche camuflado en turnos de 8 horas.

Encuentran excrementos en los buzones de la casa

No es de extrañar esta vigilancia extrema si tenemos en cuenta las numerosas ocasiones en las que la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero ha sido el foco de protestas, pintadas y reivindicaciones políticas.

Con todo, el suceso que ha colmado la paciencia de los políticos e incluso de los vigilantes ha sido la introducción de un excremento en el buzón de la casa, sin identificar hasta la fecha. De esta forma, la vigilancia se ha incrementado para evitar ser víctimas de cualquier incidente desagradable.

Vigilan el chalet sin uniforme para evitar cualquier acto vandálico

Por otro lado, el secretario general de Podemos habría pedido a los agentes que vigilen la casa sin uniforme con la finalidad de evitar llamar la atención en la zona y ser reconocidos por el resto de los vecinos. Al mismo tiempo, el interior de la vivienda de los políticos cuenta con una extrema seguridad para evitar cualquier tipo de acto vandálico en ella, de este modo, colocaron cámaras ocultas que la propia Guardia Civil se encarga de revisar.

A pesar de lo sucedido, todo indica que la decisión de incrementar la vigilancia de la Guardia Civil en los alrededores de la casa se ha debido a una amenaza concreta y los propios agentes han valorado la situación.