La crisis institucional que ayer se generó en el gobierno de Cataluña como consecuencia de la divergencia entre las dos fuerzas mayoritarias del independentismo puede subsanarse a través de un aliado inesperado como son los Comunes. El grupo de Catalunya en Comú-Podem en el Parlamento catalán ha explicado en la sesión de hoy que está dispuesto a ofrecer un pacto global que permita pactar los presupuestos en esta comunidad autónoma.
Como consecuencia de la ruptura en las estrategias entre Junts per Catalunya y Esquerra Republicana de Cataluña, el bloque en defensa de la independencia ha perdido la mayoría absoluta de la cámara al reunir un total de 65 votos, tres por debajo de lo necesario para gobernar y aprobar iniciativas políticas.
Como por ejemplo, la de ayer en donde el Parlament no pudo reprobar al Rey de España, Felipe VI, ni tampoco a la autodeterminación, debido a que soberanistas y no soberanistas quedaron empatados a 65 votos y por tanto la propuesta no prosperó.
La clave del gobierno catalán está en el grupo Comú-Podem
En esta votación que terminó en empate tras tres intentos, con los votos favorables para la reprobación de la figura del monarca español por parte de la CUP, JxCat y ERC. Mientras que por el contrario, estuvieron en contra los Comunes, Ciudadanos, PSC y Partido Popular. Precisamente desde los sectores separatistas se reprochó la aptitud de grupo afín a Podemos que tomasen esta decisión en un tema de tanta trascendencia como es de la monarquía y a la que son tan sensibles sus militantes.
Felipe VI hubiese sido reprobado si no se hubiese perdido la mayoría absoluta por la renuncia de los cuatro 4 diputados del partido de Carles Puigdemont. Al igual que con el apoyo de los comunes catalanes se hubiese conseguido este objetivo que al final se frustró por unos pocos votos. Un factor que ha podido influir en el cambio de opinión que ha mostrado el partido morado en el día de hoy.
Acusan al Rey y al Gobierno de comportamiento mafioso
En la sesión parlamentaria de hoy, el presidente de Cataluña, Quim Torra, ha echado la culpa al Rey de España y al gobierno nacional de los que está sucediendo en Cataluña. Al incidir en que ambos han tenido un "comportamiento mafioso" e "indecencia". Para terminar su discurso afirmando que el Estado español “tiene como objetivo acabar con las personas que defienden una idea”.
Tras poner de manifiesto que “hemos hablado y practicado la revolución de las sonrisas” al insistir en que se ha renunciado a la violencia y a la agresividad en los movimientos ciudadanos que se han desarrollado.