Margarita Robles, Ministra de Defensa, ha autorizado la posibilidad de acceso al público a una "parte importante" de los documentos calificados como Secretos Oficiales almacenados en el Archivo General de Ávila. En torno a 500 cajas de documentos sobre la Guerra Civil y el franquismo anteriores a 1968 podrán ser consultadas por el público sin necesidad de una autorización expresa por parte de la administración.

Según declaraciones del Ministerio de Defensa, la resolución ha sido ratificada por Robles este mismo jueves tras haber sido debatida durante los últimos días, sentando las bases para futuras autorizaciones de acceso al público a otros archivos pasados de materia clasificada.

La administración no ha especificado si los documentos serán digitalizados o la única vía de acceso será visitar el archivo.

Documentos almacenados en el Archivo General de Ávila

El Archivo General de Ávila, creado en 1993 ante la necesidad de almacenamiento que no podían cubrir otras entidades como la de Madrid, ya saturada, contiene fondos de la Milicia Nacional, tanto de la Falange como de los Requetés (una milicia paramilitar carlista) y la División Azul, documentación sobre unidades en África o centros de enseñanza. Según algunas fuentes, también podrían ser accesibles para el público documentos relativos a campos de concentración o batallones de trabajo franquistas, operaciones militares desarrolladas en la Guerra Civil [VIDEO] y consecuencias internacionales de la misma.

Según el Ministerio este libre acceso a documentación anterior a 1968 "no constituye ningún riesgo real para los intereses públicos" ya que, como ha asegurado el Ejército de Tierra, la divulgación de estas informaciones no compromete en ningún caso a la seguridad o defensa del Estado.

Reacción ante la "demanda social"

Defensa ha explicado que su decisión responde a la demanda social de conocer los archivos que hasta ahora habían sido considerados Secretos Oficiales, sobretodo por parte de algunos historiadores que cuestionaban las difíciles y tediosas burocracias que anteriormente se debían llevar a cabo para la consulta, la mayoría de las veces sin éxito.

Por supuesto todo lo que será revelado en las más de 500 cajas de documentos será revisado para no poner en riesgo el interés público "con el objetivo de facilitar el conocimiento de las Fuerzas Armadas a través de parte de su historia, en la que nunca faltan hechos y obras meritorios."

La decisión ha sido definitiva después de que en anteriores jornadas Pedro Sánchez declarara su intención de estudiar las materias sometidas a la Ley de Secretos Oficiales y sus restricciones al público.