José Fernández-Alberto es Doctor en Ciencias Políticas y autor del libro "Antisistema" afirma que la motivación de escribir este libro era buscar una explicación a la sensación que se genera en este ciclo mundial "cada vez que aparece un nuevo partido o líder que no entendemos muy bien lo que representa y nos ponemos a hurgar en quiénes son los que les han votado y quien les han dejado de votar, ¿Son los jóvenes, son los hombres, son los blancos, son las mujeres?", se pregunta.

Alberto, que hizo estas declaraciones en el Centre Cultural Blanquerna de Madrid, explica que "se nos ocurren millones de teorías y hay una industria dedicada a buscar correlaciones que explican porque emergen estos partidos para intentar entender que hay detrás de ellos".

En esta línea, apunta que su intención era "descubrir si había algo en común en estos procesos, si cada uno era de su padre y de su madre o si hay algo un poco más sistémico en todos ellos". La intención del libro es "ofrecer un mapa para ubicar las principales contribuciones que se han hecho de la gente que los ha estudiado ver qué hay de común y de diferente en estos procesos". La hipótesis fuerte de libro es que "si que hay algo en común en todos ellos que tiene que ver con dos cosas".

Una de ellas, explica el experto, "son unas transformaciones económicas a largo plazo que deja a determinados grupos al margen de la prosperidad y de las oportunidades y de la centralidad política de los sitios donde viven".

Falta de respuesta

Un segundo elemento que articula "todo esto y hace a las personas movilizarse a favor de fuerzas contestatarias, populistas o antisistema es la sensación que los sistemas políticos están siendo incapaces de responder a las demandas de estos grupos y no canalizan esas demandas de forma razonable". "Estos grupos piden protección, seguridad, redistribución y los sistemas políticos, a diferencia, de lo que hacían hace cuarenta o cincuenta años son incapaces de ofrecerles esto", recalca el investigador.

"Y aquí es donde el libro se vuelve más original y tiene que contribuir en el debate de los medios y de la opinión pública frente a esta idea de que lo que necesitamos es mecanismos y nuevas políticas más imaginativas y más ambiciosas para compensar a estos perdedores, de manera, que no se vean abandonados", explica José Fernández-Alberto .

Lo que apunta el libro es que "esta capacidad de los sistemas políticos de compensar no se debe a una falta de ingenio por parte de los analistas o politólogos, ni tampoco a qué los líderes no son suficientemente ambiciosos o ineptos o que tienen preferencias espúreas", señala.

En esta línea, Fernández-Alberto recalca que es "significativo" constatar que en los modos como "funciona nuestra política en nuestro tiempo hacen a los líderes demasiado poco atractivos y hay que buscar fórmulas para compensar a estos grupos". Dicho de otra manera, - aclara el investigador -"estos grupos no son compensados porque la gente que tiene que compensar no tiene mucho interés en hacerlo por la marginalidad que ocupan dado que la marginalidad económica va al lado de la marginalidad política".

Pero también porque "estos programas de compensación para ser exitosos necesitan ser sostenibles en el tiempo y ser creíbles".

Ante esta necesidad de políticas creíbles en el largo plazo, los "políticos se ven en un entorno en el que tienen muy poco plazo de tiempo para ganar elecciones, donde el panorama electoral cambia de una elección a otra; donde las pugnas internas no permiten elaborar programas a largo plazo y donde han aparecido instituciones de intereses como los sindicatos o las organizaciones cercanas a la iglesia", recalca el investigador.