Pocos días antes de que el ex President Carles Puigdemont fuera detenido en Alemania, a su casa belga, también denominada Casa de la República Catalana, en Waterloo, llegaron unos peculiares personajes.

Las imágenes que fueron emitidas por la televisión y que se vieron en todas las televisiones del Estado fueron una tienda de campaña situada frente a la casa de Puigdemont. Se abre, y de ella sale un viejo conocido: Albert Boadella, el ex Director de Els Joglars, acompañado de varios hombres, entre ellos el periodista deportivo Tomás Guasch, periodista que escribía crónicas del Espanyol para Mundo Deportivo y actualmente para As.

Pretendían hacer un escrache a Puigdemont, sin saber que se encontraba esos días fuera de casa. Boadella venía en su calidad de Presidente de Tabarnia, y Guasch de su Ministro de Deportes. Montaron un show más propio de teatro de fin de curso, ahí con Boadella bailando con un paraguas de los colores de la ficticia Tabarnia (una especie de región que une Barcelona y Tarragona, las zonas más pobladas de Cataluña, dejando fuera al resto) como si fuera Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia.

Un europarlamentario ex de UPyD invitó a Boadella y su séquito a Bruselas

Pero el diario catalán online El Nacional.cat ha consultado a fuentes del Parlamento Europeo y ha encontrado detalles extraños del viaje de los señores de Tabarnia, detractores del independentismo catalán, tanto a Bélgica como a Waterloo.

Para empezar, el alquiler del pequeño minibús que llevó a la comitiva tabarnesa y a varios periodistas de Bruselas al pueblo y luego de vuelta a la capital belga, asciende a 614’80 €.

Parece ser que todos fueron invitados allí por un europarlamentario, Enrique Calvet, ex de UPyD y ahora miembro de ALDE. Dichos gastos pensaban cargarlos al Presupuesto del Parlamento Europeo, para que éste reembolsara a ellos el importe, como si fuera una subvención.

Los gastos del minibús no serán reembolsados por el Parlamento

Pues el Parlamento Europeo (PE) ha dictaminado que no piensa reembolsar dicha cantidad, ya que es muy estricta en ciertos gastos. Cada eurodiputado puede invitar al año a 110 personas al Parlamento Europeo, repartido en 5 grupos de 10 personas, que pueden tener transporte, hotel y comida pagados.

Se concede a ciudadanos de la UE que quieran conocer por dentro este organismo.

Pero el grupo de Boadella y Guasch a la cabeza se excedió y lo único de ellos que pagará el Parlamento es su viaje y su estancia en Bruselas, ya que estuvieron un mínimo de dos horas de visita en la sede parlamentaria europea, que exige la Ley. Después de ese tiempo, los invitados pueden pasear y hacer turismo, comprar cosas u organizar reuniones.

El dramaturgo Albert Boadella, de Els Joglars, aceptó ser Presidente de esa plataforma y región ficticia llamada Tabarnia, encontrándose en horas bajas por ya no ser Director de Els Joglars. Hasta ha escrito un libro titulado “¡Viva Tabarnia!”, donde se autohomenajea al más puro estilo narcisista, empeñado en perpetuar su reino, del cual la líder de Ciudadanos en Catalunya, Inés Arrimadas, ha preferido renegar.