Como sale en televisión defendiendo la sagrada unidad de España y se manifiesta como devoto aficionado a las corridas de toros, nadie diría que el muy patriota español Albert Boadella, ex Director de los Teatros del Canal y ex Director de la compañía teatral Els Joglars, fue hace décadas perseguido y encarcelado por lo que quedaba del Franquismo justo cuando España empezaba su actual Democracia. Aquí les contaremos un poco cómo fue aquella odisea.

Denuncia contra las atrocidades franquistas

Els Joglars decidieron en 1977, como nueva obra teatral suya, satirizar el franquismo recién desaparecido y sus instituciones, basándose en la ejecución de Heinz Chez, condenado en 1974 a garrote vil, el mismo día que el anarquista catalán Salvador Puig Antich.

Se titularía “La Torna”.

Al principio, los miembros de la compañía teatral dudan en si es conveniente representarla, sabiendo que ciertas cosas, decirlas comportaban cárcel o querellas judiciales (un ejemplo, lo que le pasó dos años después a Pilar Miró por “El crimen de Cuenca”, prohibida año y medio por “injurias a la Guardia Civil”). Al final, decidieron representarla. La autoría de la obra fue colectiva, como dijeron muchos de sus actores.

La obra satirizaba también a los militares, lo cual, después de varias representaciones, llevó a la detención de Boadella y varios de los actores. Otros, como Ferran Rañé (al que recientemente vimos en la segunda temporada de la serie “Merlí”), tuvieron que exiliarse en Francia corriendo.

Rañé dice que creía que sólo les multarían, no que acabaran todos como acabaron.

Se dice que fueron detenidos por que los militares, que no se llevaban nada bien con Adolfo Suárez, Presidente del Gobierno de entonces, querían demostrar que aun tenían mucho poder. Aún estaba en vigor la Ley de Jurisdicciones de 1906, que les autorizaba a juzgar ante Tribunales Militares a quienes, según su visión, atacaran a la unidad española, sus símbolos o simplemente a los propios militares.

Boadella se fugó del hospital como en una película de Hollywood

Lo siguiente parece sacado de películas como “Argo” o “La gran evasión”: después de meses encarcelado, Albert Boadella finge estar enfermo, provocándose vómitos de sangre y le llevan al Hospital Clínic. Un mes después, casi empezando el consejo de guerra, Boadella se disfrazó de viejo con peluca, bata y gafas y se escapó del hospital saltando por el balcón.

Ferran Rañé huyó a Francia con la actriz Elisa Crehuet, ya que ambos tenían una hija de tres meses.

Los demás actores de la obra fueron encarcelados de manera preventiva e injusta (como los Jordis actualmente) y se pasaron en la Cárcel Modelo de Barcelona varios meses. Rañé, ya en Francia, convocó una Rueda de Prensa para que los demás países supieran lo que pasaba (como Carles Puigdemont actualmente). Boadella estuvo algún tiempo exiliado y volvió a España después de negociar con el Gobierno, pasando algún tiempo en la cárcel.

Lo más triste del caso es que “La Torna” pasó la censura y tuvo el aprobado. O sea, que los militares no tenían derecho a quejarse. Hoy en día, no ofendería a casi nadie, como pasaba con aquellas películas como “La dolce vita” de Fellini, que casi le cuesta la excomunión por la Iglesia.

Boadella ignora a sus compañeros al registrar 'La Torna' en la SGAE

Pero el propio Boadella hizo algo en 1999 que le separó más de sus compañeros actores encarcelados: registró de nuevo la obra “La Torna” en la SGAE exclusivamente a su nombre, ya que nunca fue registrada. En 2005, estrenó “La Torna de la Torna”, recreación de la primera. Los demás exigieron cobrar lo que les correspondía de derechos de autor, algo a lo que el propio Boadella jamás hizo caso. Después, como ya sabemos, empezó el Boadella actual a actuar, en el peor sentido de la palabra, como patriota español a ultranza y negándose a actuar más en Cataluña…

Los actores que reivindican su co-autoría de “La Torna” son Andreu Solsona, Arnau Vilardebò, Gabi Renom, Myriam de Maeztu, Elisa Crehuet y Ferran Rañé. Se querellaron contra él, pero ganó el juicio. “Queremos protestar contra el olvido al que se nos ha sometido”, denuncian.