El pasado jueves 1 de febrero, la cadena de televisión española Telecinco, filtraba mensajes entre Carles Puigdemont, expresidente de Cataluña y Toni Comín, exconsejero de salud de Cataluña. En ellos, Puigdemont mostraba la preocupación y la debilidad del proceso catalán y teme que hubiera acabado: “Moncloa triunfa, esto se ha terminado, los nuestros nos han sacrificado."

Las filtraciones de los mensajes llegan después de las declaraciones del diputado de ERC, aliado de gobierno de Carles Puigdemont, Joan Tardà, en la que afirmaba que: “si hace falta, tendremos que sacrificar a Puigdemont”.

Además de la presión de sus socios de gobierno, se le añade la presión del gobierno y las autoridades judiciales españolas que no le permitirán ser investido sin ser juzgado primero.

Dificultades de gobierno

Dentro del propio bloque soberanista, creen que “hay un bien superior: que haya gobierno", tal como expresaba el diputado Joan Tardà y a la vez, hay que restablecer las competencias en Cataluña de cara a proclamar una nueva república catalana. Algunas voces del partido de Puigdemont y algunas de ERC, no ven posible la independencia plena pero sí la lucha para conseguirla.

Esta voluntad surge con la intención de recuperar las competencias anuladas por la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española.

El independentismo resiste

Pese a la complicada situación del exmandatario catalán, las presiones por parte de sus socios de gobierno y del estado central y las dificultades de gobierno, el independetismo no retrocede. Según los últimos sondeos, el bloque unionista formado por PSOE, PP y Ciudadanos pierde fuelle en Cataluña y el bloque independentista se mantiene, pero podría subir si se convocaran unos nuevos comicios electorales.

Y esa precisamente, podría ser la baza de Carles Puigdemont para resarcirse: convocar nuevas elecciones, arañar escaños a sus aliados de gobierno y apartar del posible gobierno, a los partidos unionistas. La fecha límite para investir a Puigdemont u otro candidato o candidata sería el 31 de enero. Pero, hay un inconveniente para el expresidente.

Carles Puigdemont, al estar incapacitado por la aplicación del artículo 155, no podría convocar elecciones y la convocatoria las deberá forzar el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.

Frente a la incertidumbre del panorama político catalán, hay voces como la del exlíder del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba que cree que "habrá un Gobierno en Cataluña" que "normalizará" la situación. Cree que "habrá un presidente, habrá un Gobierno y poco a poco esta temperatura bajará".